Desde el
primer momento que te comprometes con Dios por medio de una genuina consagración,
el Espíritu Santo comienza a operar un proceso de transformaciones profundas y
radicales en las diversas áreas de tu vida, haciendo de ti un eficaz canal de
su LUZ en medio de un mundo que yace en tinieblas.
Al comprometerte con Dios, el Espíritu
Santo “inyecta” en tu voluntad el deseo espontáneo de alejarte de todo
aquello que contamina tu comunión con él. No temes
decir “NO”, aunque las presiones circundantes
de la mayoría te asedien en todo momento y lugar, no temes a sus represalias o a
sus rechazos.
Al comprometerte con Dios, el Espíritu
Santo pone en ti el deseo espontáneo de alimentarte con su Palabra, para que
procedas con discernimiento ante cada decisión o situación que te demande
proceder.
DIOS SE TOMA EN SERIO TU COMPROMISO
Comprométete con Dios por medio de
una genuina consagración a su causa; ofrécete a él, así tal cual eres; al
hacerlo, no te echarás a perder, porque es imposible que lo que se pone en sus
manos sea destruido.
“Os ruego por las misericordias de
Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este tiempo sino transformaos
por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual
sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta”
Romanos 12:1-2
3 comentarios:
Amen, roguemos para que sea Dios despertando a todos los fieles, maranatha!
Vivir como él vivió;el mejor proyecto que se puede tener...
Amen mi SEÑOR....que nada ni nadie logre torcer nuestra voluntad de servirte genuinamente...Alabado sea tu nombre JESUS...
Publicar un comentario