Un
cristianismo vivido en nuestras fuerzas y capacidades naturales nos lleva al
fracaso por muy superables que aparenten ser los obstáculos que se nos
presenten.
A través de
tantas caídas y derrotas, Dios nos ha demostrado que en TODO dependemos de la acción
poderosa y transformadora del Espíritu Santo; es por tal razón que necesitamos
cultivar constantemente nuestra vida mediante la oración y la reflexión bíblica.
“Así que, el que piensa estar firme,
mire que no caiga”
1 Corintios 10:12
LA INFLUENCIA
CONSTANTE DEL ESPÍRITU SANTO
La influencia
constante del Espíritu Santo nos mantendrá firmes, en pie y en victoria.
La influencia
constante del Espíritu Santo nos dará la determinación para renunciar a todo
estorbo que nos aleje del propósito de Dios.
La influencia
constante del Espíritu Santo nos impulsará a ser ejemplos de vida cristiana
ante los demás y a difundir la Palabra de Dios.
“Y a aquel que es poderoso para guardarnos sin
caída, y presentarnos sin mancha delante de su Gloria con alegría, al único y
sabio Dios, nuestro Salvador, sea Gloria y Majestad, imperio y potencia, ahora
y por todos los siglos, Amén”
Jud 24-25
------------------
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
1 comentario:
Nuestro buen consejero....
Publicar un comentario