Desde antes
que tú nacieras, Dios trazó el itinerario terrenal que habrías de recorrer,
para que a través de sus sendas te fueras formando de acuerdo a su carácter, y
a la vez cumpliendo con la misión encomendada por él.
No es el
trayecto, ni el destino que debe de adecuarse a tus expectativas y deseos, sino
a las expectativas de Dios. Vemos en la Biblia una cantidad enorme de ejemplos,
y para mencionar uno, está el caso del profeta Elías...
¡Mira qué ilógico
su trayecto y el destino!
¡Lee con
atención!
“Entonces Elías tisbita, que era de los
moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia
estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. Y vino
a él palabra de Jehová, diciendo: Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y
escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del
arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. Y él fue e hizo
conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit,
que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y
pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. Pasados algunos días, se secó el
arroyo, porque no había llovido sobre la tierra. Vino luego a él palabra de
Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo
he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”
1 Reyes
17:1-9
Es necesario
que tengas que aceptar ciertos trayectos no muy atractivos y estancias incómodas
ya preparadas por Dios; es necesario que así sea, para que en medio todas esas
circunstancias aprendas a depender y a gozarte en él. Es necesario, porque
precisamente en esos lugares, te encontrarás con personas a las que tendrás
ayudar. (Dios te las ha preparado para ese propósito)
Siempre habrá
momentos en los que Dios te invitará a salir de tu “confort”, para demostrarte que tu seguridad está en él... Siempre habrá momentos en los que Dios te
invitará a dejar tus “obras”
realizadas para recordarte que no son tuyas, sino de él.
Dios no te ha
llamado para que eches raíces en la tierra, sino para que te muevas a través de
ella sembrando la semilla del evangelio. Durante ese itinerario contarás
siempre con su asistencia continua.
Ora cada día
para que Dios te indique por donde debes seguir y hacia dónde dirigirte; una
señal contundente, es que inevitablemente te cerrará aquellas puertas que tú
piensas que son convenientes, pero también
te abrirá aquellas que SÍ son necesarias.
No temas ante
las puertas que Dios te abra.
No te
entristezcas ante las que te cierre.
Algo más...
Vendrá el
momento en que nada en el mundo ofrecerá paz, estabilidad y seguridad; ya está
escrito en la Palabra de Dios que el caos mundial se incrementará por todos
lados; las masas humanas, desesperadas buscarán seguridad en otras naciones,
pero no la encontrarán. Ahora estamos viendo el inicio, después se
generalizará.
Por eso,
donde Dios te envíe, tendrás la garantía plena de sus cuidados; aunque todos
vean los “cielos cerrados”, tú los
verás “abiertos”, porque su constante
cuidado lo verás independientemente a toda circunstancia.
“Encomienda al ETERNO Dios tu camino;
Y confía en
él; y él hará”
Salmo 37:5
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
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1 comentario:
Es necesario que así sea...
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