Reconoce
ante Dios la extrema necesidad de ser sanado (a) por su acción restauradora;
nadie más puede liberarte de las cadenas espirituales malignas que te están “matando” desde hace muchos años, y que
a la vez han afectado “para mal” a las
personas que conviven contigo.
Clama a Dios para que tus
cadenas internas sean rotas; descansa en su gracia, misericordia y poder.
“Clama a mí, y yo te responderé”
Jeremías
33:3
“Venid a
mí todos los que estáis trabajados
y cargados,
y yo os haré descansar”
Mateo
11:28
Hazlo,
las entidades malignas no te destruirán a pesar de las estrategias que elaboren en tu contra; no te destruirán a pesar de las consecuencias que en
tu debilidad e incapacidad generaste en el pasado.
Dile hoy al Señor...
“Líbrame pronto, sé tú
mi roca fuerte
y fortaleza para salvarme”
Salmo 31:2
¡No vuelvas
atrás!
“No peques más, para que no te venga alguna cosa peor”
Juan 5:14
“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo,
como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar”
1 Pedro 5:8
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
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