Es normal
que iniciemos cada día pensando que todo se desarrollará de acuerdo a nuestro plan, a nuestra rutina diaria, que nada ni nadie
podrá estorbarla; sin embargo repentinamente, en un “abrir y cerrar de ojos”
todo puede dar un giro radical que afecte para siempre “las rutinas” a
las que tanto nos habíamos acostumbrado...
Es
necesario que ciertos acontecimientos incomprensibles, dolorosos y adversos se
presenten repentinamente en nuestra vida; estoy seguro de que todos los hemos
enfrentado en el momento menos pensado, cuando creíamos que las cosas iban a
seguir su curso normal.
Todo lo que
nos acontece a los hijos de Dios, es parte de su plan soberano que tiene para
cada uno de nosotros; y aunque nos cueste aceptar muchas cosas, son necesarias...
Al respecto, el apóstol Pablo
escribe...
“Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito
son llamados”
Romanos 8:28
Muchas
etapas en la vida son iniciadas en el marco del dolor, la traición y la incomprensión; pero detrás
de ellas, está la soberanía perfecta de Dios.
Es necesario que "así"
suceda...
¡Dios tiene el control!
“ESO” QUE REPENTINAMENTE TE HA
ACONTECIDO...
Así es... Eso que repentinamente te ha acontecido te
ayuda a bien; es para que los propósitos soberanos que Dios tiene hacia ti, se
cumplan; son parte del proceso...
Por “esa
razón”, Dios permitió que sucedieran esas situaciones previas que más tarde
iban a repercutir en tu vida; por ejemplo, no fue casualidad que “esas
personas” se cruzaran en tu camino, todo es parte del propósito soberano de
tu Padre Celestial... ¡Tú sabes de
que se trata!
Dios ya
sabía de antemano que ese acontecimiento “repentino” iba a suceder en “ese
lugar”, en el tiempo exacto y con las personas específicas... ¡Todo en una sincronía perfecta!
Ante lo que
ha pasado, es necesario que confíes en los procesos soberanos de Dios y te
fortalezcas en él; es ahora, cuando desde lo más profundo de tu corazón deben
brotar estas palabras…
“Dios mío, fortaleza mía, en él
confiaré”
Salmo 18:2
Ante la
adversidad inesperada que te ha causado tanto dolor y tristeza, necesitas
mantener firme tus convicciones en la Palabra de Dios, en sus enseñanzas y
promesas.
“Por lo cual asimismo padezco esto;
pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es
poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas
palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús”
2 Timoteo 1:12-13
Ante la
adversidad inesperada que te ha causado tanto dolor y tristeza, no pierdas de
vista la razón fundamental por la que Dios te ha traído al mundo... ¡Difundir su Palabra!
“De ninguna cosa hago caso, ni estimo
preciosa mi vida para mí, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio
que recibí del Señor Jesús”
Hechos 20:24
----------------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario