Nuestro
oscuro pasado es como una prisión de la que humanamente hablando es imposible
superar; para lograrlo, es necesario romper
con las fuertes cadenas que nos atan, salir
de la prisión que nos ahoga y avanzar
sin mirar atrás.
Muchos desean
salir de ese estado podrido, deprimente y desesperante que los mantiene “encerrados”
desde hace muchos años o desde siempre; y por mucho que intentan hacerlo con
sus fuerzas y recursos, más lastimados y frustrados se encuentran.
PARA SALIR DE LA PRISION QUE TE ATRAPA.
La situación que
te mantiene en esa oscura y estrecha “prisión”, se debe a las consecuencias de tu
incredulidad y desobediencia a la Palabra Dios; no es por culpa de las
circunstancias o de las personas que influyeron en ti.
Has intentado
de múltiples formas romper las cadenas que te esclavizan, pero no puedes; al
contrario, en peor estado sigues, pues al fin de cuentas más te aferras a
ellas.
Has intentado
de múltiples formas salir de la prisión que te ahoga, pero cargando tus
cadenas; y eso de nada te sirve, pues la “esclavitud” de tus pensamientos y hábitos
no ha sido rota. Para salir de tu prisión, es necesario que antes hayas sido
libre de tus cadenas.
Quieres salir de tu prisión...
¡Pero no puedes!
PARA SALIR DE LA PRISION QUE TE ATRAPA.
Para salir de
la prisión que te atrapa, necesitas que alguien más poderoso y fuerte lo haga
por ti; necesitas de una intervención sobrenatural que rompa tus cadenas, que abra
la puerta de tu prisión y te impulse a caminar con determinación.
Para salir de
la prisión que te atrapa, necesitas acudir a Jesucristo; fue el quien pagó por
tu libertad al morir en la cruz y al resucitar al tercer día; necesitas creer
que sí lo puede hacer, independientemente a tu lamentable condición. Al respecto
él dice...
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres... De cierto, de cierto
os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado... Así que, si el Hijo (Jesucristo) os
libertare, seréis verdaderamente libres”
Juan 8:32,34,36
El apóstol Pablo
escribe al respecto...
“Pero gracias a Dios, que aunque erais
esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a
la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos
de la justicia.
Rom 6:17-18
Y
UNA VEZ LIBRE...
¿QUE?
Mantente firme en la libertad concedida; no regreses a “la
prisión”, no te vuelvas a encerrar, no vuelvas a tomar las cadenas, no regreses
a la oscuridad.
“Estad, pues, firmes en la libertad con
que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”
Gálatas 5:1
“Mira, has sido sanado; no peques más,
para que no te venga alguna cosa peor”
Juan 5:14
De ti dependerá que lo
hagas o no; de ti dependerá que no te dejes seducir por las tentaciones que Satanás te pone continuamente a través de sus
instrumentos de maldad.
Al respecto de lo anterior,
nuestro Señor Jesucristo da el siguiente consejo...
“Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”
Mateo 26:41
También el apóstol Pedro lo
recomienda...
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar”
1 Pedro 5:8
COMIENZA A DISFRUTAR LA
BENDICION DE SER LIBRE.
“De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
2 Corintios
5:17
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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1 comentario:
La honra y la Gloria para Dios por ser mi libertador
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