El Eterno “Dios Viviente”, es el creador del
universo y de todo cuanto en él hay; es la fuente de la existencia y de la vida.
¡Es su Causa Primera!
¡Es su Causa Eterna!
¡Es su Causa Viva!
“En el principio creó Dios los cielos y la
tierra”
Génesis
1:1
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era
con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin
él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida
era la luz de los hombres”
Juan 1:1-4
No se trata de una causa
material sujeta a las leyes físicas; sino de una causa espiritual, eterna, perfecta,
bella e inteligente. Una causa transcendente.
¡De no ser así, nada existiría!
¡De la “nada”, nada puede surgir!
“Porque las cosas invisibles de él,
su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del
mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas...”
Romanos
1:20
“Por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía”
Heb 11:3
El hecho que seamos
incapaces de demostrar a Dios con las leyes de la ciencia, explicarlo con
nuestras palabras y representarlo bajo nuestros parámetros sensoriales, no
indica su inexistencia; al contemplar la naturaleza impregnada de tanta
perfección, inteligencia y belleza, necesariamente nuestros ojos se remontan y
se enfocan más allá de toda realidad física.
¡La naturaleza “nos habla” de Dios!
¡La naturaleza nos refleja al Creador!
“Cuando veo tus cielos, obra de tus
dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para
que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Salmo
8:3-4
“El que hizo la tierra con su poder,
el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su
sabiduría; a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir
las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca
el viento de sus depósitos”
Jeremías
10:12-13
No hay nada ni nadie en
todo el universo y en la naturaleza que se compare con Dios; su realidad escapa
radicalmente de toda “grandeza” humana y terrenal...
¡Dios no tiene parámetros de comparación!
¡Ningún ser creado posee sus atributos!
“¿A qué, pues, me haréis semejante o me
compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó
estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres;
ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio”
Isaías
40:25-26
La acción de sustituir a
Dios por toda cosa creada es idolatría, es darle atributos divinos a la criatura;
esas son las nefastas consecuencias de degeneración y destrucción que
enfrentamos en los tiempos actuales.
¡Esta es la realidad del mundo actual!
¡No la podemos obviar!
“Porque la ira de Dios se revela
desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen
con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto,
pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Pues habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se
hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de
imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo
cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que
cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las
criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones
vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra
naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la
mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución
debida a su extravío. Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para
hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia,
fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas,
engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios,
injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los
padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican”
Rom
1:18-32
NO HAY EXCUSAS PARA SUSTITUIR A DIOS.
No hay excusas para negar
su realidad eterna cuando hay evidencias claras y palpables ante nuestros ojos.
Es una NECEDAD hacerlo...
“Dice el necio en su corazón: No hay
Dios”
Salmo 14:1
Además de manifestarse
en la naturaleza, nos ha revelado su voluntad de manera plena y específica por
medio de Jesucristo, el Verbo Encarnado.
“Dios, habiendo hablado muchas veces
y de muchas maneras en otro tiempo a nuestros antepasados por los profetas, en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de
su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas
con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las
alturas”
Hebreos
1:1-3
El mismo da fe de ello ante sus discípulos...
“Y les dijo: Estas son las palabras
que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo
lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”
Lucas
24:44
No hay excusas para
sustituir las palabras de Dios, por las palabras del hombre, cuando en
repetidas ocasiones nos ha dado claras confirmaciones claras y oportunas de su eficacia;
no hay excusas para negar la realidad de un Dios real y comunicativo que nos
instruye con sus verdades absolutas por medio de su revelación escrita.
¡El Dios que transmite VIDA al crearnos!
¡El Dios que transmite VIDA al hablarnos!
“Porque la palabra de Dios es viva y
eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el
alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón”
Hebreos 4:12
NO HAY EXCUSAS PARA SUSTITUIR A DIOS.
¡No limites su poder sobrenatural!
¡No cuestiones su perfecta soberanía!
“Eterno Dios,
que moras entre querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra;
tú hiciste el cielo y la tierra”
2 Reyes 19:15
No sustituyas a Aquel que
te ha creado con propósitos eternos por medio de Jesucristo.
“De cierto,
de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto,
de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz
del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida
en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también
le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre”
Juan 5:24-27
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz
de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la
tierra”
Hechos 13:47.
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