Estamos
viviendo tiempos críticos en la historia de la humanidad; a medida que el
tiempo pasa, la rebeldía deliberada en contra de lo que Dios ha establecido es más
evidente.
Prácticamente
el pecado se ha institucionalizado, y ha llegado a formar parte de las leyes
establecidas por los gobiernos de la tierra... ¡Las leyes están plagadas de pecado!
Ahora, ya es “normal” toda práctica abominable,
¡A lo malo se le dice bueno!
“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de
la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo
dulce por amargo!”
“¡Ay de los sabios en sus propios
ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!”
“¡Ay de los que son valientes para
beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al
impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!”
Isaías
5:20-23
EL MUNDO HA PERDIDO EL RUMBO CORRECTO.
Ante esta
alarmante situación, Dios nos ha puesto sobre la tierra para que transmitamos
sus palabras veraces de manera directa y oportuna hacia los cuatro puntos
cardinales de la tierra... ¡Es urgentísimo hacerlo!
“Porque así
nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a
fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47
Es nuestro
deber alumbrar con la LUZ de la Palabra de Dios por todos los medios posibles a
nuestro alcance.
Pronto, de
manera repentina, cuando todo aparente “estar bien”, los juicios de Dios
se derramarán sobre la tierra como consecuencia de la maldad deliberada que en ella
se practica.
Es nuestro
deber advertir al mundo antes de que sea demasiado tarde.
Es nuestro
deber presentar el plan de salvación que Dios ofrece por medio de Jesucristo.
Es nuestro
deber llamar al arrepentimiento genuino, a un cambio radical de vida.
“Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado... Enderezad sus sendas... ¿Quién os enseñó a huir de la ira
venidera?... Haced, pues, frutos
dignos de arrepentimiento... Y ya
también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol
que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”
Mateo 3:2-10
NUESTRO DEBER PRIORITARIO ES CORREGIR EL RUMBO DE LA HUMANIDAD
Pongámonos bajo
las órdenes de Dios
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
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