El deseo de Dios es
que sus enseñanzas y promesas lleguen libres de toda contaminación humana; desea
que lleguen limpias de todo error y mentira.
El celo santo de Dios
por su VERDAD REVELADA, ha hecho
posible que se haya preservado a lo largo de todos los siglos contra las influencias
terrenales que pretenden alterarla o destruirla; jamás ha permitido, ni permitirá que el
contenido de la revelación bíblica sea manipulado, cambiado o desaparecido.
¡La
palabra de Dios se mantiene libre de toda contaminación terrenal! Así él lo manifiesta...
“Estas palabras son fieles y verdaderas”
Apocalipsis 21:5
Tú lo has comprobado;
acuérdate de todas las confirmaciones claras que te ha dado a lo largo de todos
estos años; no puede ser casualidad. Siempre has recibido una respuesta clara y
sin ambigüedades ante lo que le has preguntado o ante alguna situación específica
por la que estés atravesando...
¡Ha
sido Dios hablándote directa y personalmente!
“Desde los cielos te hizo oír su voz para enseñarte”
Deuteronomio 4:36
Dios jamás te dará
una enseñanza o promesa que haya sido sustituida o modificada por el hombre... ¡Dios
no miente! Jamás respaldará algo
que NO haya enseñado.
“Dios
no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él
dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”
Num 23:19
Ten
la plena certeza de que en toda la Biblia permanece la Palabra segura y
confiable de Dios.
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz
de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la
tierra”
Hechos 13:47.
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