La Palabra que sale de la boca de Dios, es la REVELACIÓN cumplida, plena, perfecta, fiel y
verdadera manifestada visiblemente en la persona de Jesucristo... ¡El
Verbo (Palabra) de Dios!
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios... Y aquel Verbo
fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad... A Dios nadie le vio jamás; el unigénito
Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”
Juan 1:1,14,18
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días
nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la
imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra
de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio
de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
Hebreos 1:1-3
En todo
el Antiguo Testamento, en el transcurso de de los siglos y por medio de los
escritores inspirados por el Espíritu Santo, se fue prefigurando de diversas
maneras, el anuncio de Jesucristo y su obra redentora a favor de la humanidad.
Al
respecto escribe Paul Copan:
“Jesús es la
consumación o el cumplimiento de aquello que anticipaban los acontecimientos
históricos, los símbolos y los personajes del Antiguo Testamento”.
Todo se cumplió exactamente en Jesucristo; él mismo lo
aseguró a sus discípulos...
“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé,
estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está
escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”
Lucas 24:44
Podemos
estar seguros, de que la Palabra que
sale de la boca de Dios, es la que quedó registrada sin margen de error o
mentira en los escritos del Nuevo Testamento; se trata de la Palabra segura y
absolutamente confiable en la que podemos descansar.
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la
cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo”
2 Pedro 1:19-21
Es la Palabra que sale de la boca de Dios,
el alimento con que hemos de alimentarnos diariamente; la Palabra que nos
iluminará y fortalecerá mientras dure nuestro peregrinar en el “desierto” del
mundo.
“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios”
Mateo 4:4
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
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