Necesitamos
tener un corazón dócil a las enseñanzas de Jesucristo, pero esta condición de
mansedumbre únicamente la alcanzaremos mediante la acción sobrenatural del
Espíritu Santo... ¡Es uno de sus
frutos!
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”
Gálatas 5:22-23
Un corazón
dócil es en definitiva, un corazón manso; y un corazón manso reacciona con
espontaneidad a “La Regla que Dios no ha dado por medida” (2 Corintios 10:13), un corazón dócil a la Palabra de Dios.
EXAMINAOS A VOSOTROS MISMOS.
(2 Corintios 13:5)
Permitamos
que la acción escrutadora de la Palabra de Dios penetre hasta el fondo de
nuestra alma, para que nos hagamos un autoexamen sincero... “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el
espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón” (Heb 4:12)
Examinemos
y descubramos bajo su LUZ, los estorbos que nos mantienen estancados
espiritualmente, desechémoslos y oremos para que el Espíritu Santo nos conceda
reflejar con espontaneidad una vida coherente a sus principios.
Necesitamos
urgentemente que nuestro patrón de conducta sea radicalmente transformado por
el Poder Sobrenatural de Dios... ¡Oremos
que así sea!
---------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
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