Todos los cristianos somos enviados
por Dios al mundo para que difundamos sus palabras hacia todos sus rincones; es
nuestro deber llamar al arrepentimiento, presentar a Jesucristo como el único medio
de salvación y advertir con “biblia
en mano” sobre los juicios que vendrán como consecuencia de la maldad.
Es lamentable que “todo mundo” haga
“oídos sordos” a las advertencias divinas; pero aun así, hemos de
perseverar en la misión encomendada, aunque nuestra voz “no tenga eco”.
Sin duda
alguna que la situación empeorará como consecuencia de la maldad.
“Quebrantamiento sobre
quebrantamiento es anunciado”
Jeremías
4:20
¡No temamos!... En medio de toda adversidad creciente y
generalizada, la presencia de Dios nos protegerá, respaldará y fortalecerá.
“He aquí yo estoy con vosotros todos
los días,
hasta el fin del mundo”
Mateo 28:20
AUNQUE
NUESTRA VOZ NO TENGA ECO...
Insistamos
en difundir el Evangelio.
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José Alfredo
Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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