lunes, 26 de junio de 2017

UNA CARTA PARA LOS NECIOS.


Cuando la incredulidad se vuelve necedad, estamos hablando de una situación crónica en la vida espiritual de una persona; a pesar de ver y oír,  mantiene sus ojos y oídos cerrados.

Ante esta realidad dice el Señor...

El corazón de este pueblo se ha engrosado,
y con los oídos oyen pesadamente,
y han cerrado sus ojos;
para que no vean con los ojos,
y oigan con los oídos,
y con el corazón entiendan,
y se conviertan, y yo los sane
Mateo 13:15

Esta reflexión va dirigida a aquellas personas que a pesar de haber sido testigos del poder soberano de Dios en sus vidas, aún siguen dudando...




UNA CARTA PARA LOS NECIOS.

Has visto la realidad soberana y activa de Dios en medio de tus acontecimientos...     ¡Y aun así no crees!

Has oído la voz de Dios al darte siempre la palabra que necesitas en el momento oportuno... ¡Y aun así no crees!


Eres “mala tierra” porque no permites que la Palabra de Dios quede arraigada en tu corazón. Es por tu falta de convicción en las verdades bíblicas que sucumbes ante lo que sea...

Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino

Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza

El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa
Mateo 13:18-22

Tienes una “fe” efímera e inconsistente. Crees por un momento, pero cuando entra a competir tu razonamiento, o te enfrentas contra la prueba y las tentaciones te olvidas de todo; y esto no puede seguir así...

No sigas tratando  de cuestionar la realidad trascendente de Dios, sus procesos insondables y sus propósitos eternos...     ¡Están más allá de lo que puedes pensar o imaginar!




LA CAUSA FUNDAMENTAL DE TU NECEDAD

El problema de esto radica en que tu razón resiste someterse a las verdades absolutas de la Palabra de Dios; quieres “encasillarlas”, y eso es imposible. Se trata de una lucha que te cansa, y al final tu razón te dice: “Imposible, no puede ser, es ilógico”. Al respecto el apóstol Pablo escribe lo siguiente.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente
1 Corintios 2:14


¿Cómo vencer la necedad?

En primer lugar debes reconocer que eres víctima de ella, y que en tus fuerzas no puedes salir de sus garras; necesitas buscar la ayuda de Dios, para que el “Espíritu de la Verdad” tome control de tu mente y produzca convicciones firmes de la revelación bíblica. Necesitas hacer tuya la promesa que nuestro Señor Jesucristo les hizo a sus discípulos.

Pero cuando venga el Espíritu de Verdad,
él os guiará a toda la Verdad
Juan 16:13

Necesitas apartarte de todo aquello que adormezca tu conciencia e invertir más tiempo en alimentar tu vida espiritual por medio de la oración y la reflexión bíblica; necesitas crear las condiciones necesarias para que la semilla de la Palabra de Dios haga de ti una buena tierra.

Al estudiar la Biblia en un clima de oración te encontrarás con la REALIDAD de Dios manifestada en Jesucristo, siendo el Espíritu Santo quien ponga convicciones firmes y sólidas.

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí
Juan 5:39

Mientras más te sumerjas en el estudio de la Palabra de Dios, mayor será tu convicción en su contenido. Es necesario que el Espíritu Santo tome control de tu intelecto para que se produzcan convicciones firmes.

Tu necedad es una plaga maligna que te inquieta, te entristece y te hunde; por eso necesitas buscar el auxilio sobrenatural de Dios. Solo él puede ayudarte, nadie más lo puede hacer por ti.

Es necesario que tus ojos y oídos sean abiertos para que puedas discernir la presencia real, activa y continua de Dios en medio tus circunstancias personales.




NO VUELVAS A DUDAR...
Nuevamente Dios te respondió.
Usó esta carta para hacerlo.






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.


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