La clave para
ser fructíferos es proceder con responsabilidad y diligencia, es dar todo lo
que esté de nuestra parte y usar todos los recursos a nuestro alcance; PERO sin
dejar de depender de Dios.
“Porque separados
de mí nada podéis hacer”
Juan 15:5.
“El que no es
conmigo, contra mí es;
y el que conmigo
no recoge, desparrama”
Lucas 11:23.
Si Dios te ha
puesto en ese lugar, es porque sabe que responderás como debe ser; sin embargo,
no te olvides que hay una razón superior y fundamental por la que estás ahí... ¡Ser un faro que proyecte la luz de Cristo
hacia todas las direcciones!, caso contrario no tendrían sentido tus acciones. Tu punto de referencia debe ser la Palabra de Dios y tu vida debe
ser un medio para que sea difundida.
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte
no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino
sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”
Mateo 5:14-16
Dios te ha elegido para que des frutos.
Te ha apartado para él.
¡Gran privilegio!
Ponte bajo sus órdenes incondicionales; él tomará
muy en serio tu consagración. Es necesario que vivas para el propósito por el
cual te creó.
Encomiéndale
tus actividades diarias; y él hará por ti lo que tú eres incapaz de hacer, irá
delante de ti preparándolo todo. Te abrirá puertas en las que nadie ha podido
entrar, dará la orden para que pases por ellas, te pondrá todo en el lugar
exacto y en el tiempo preciso. Nadie impedirá que pases y vayas donde él ya lo
decidió.
Pídele sabiduría
para proceder acertadamente ante cada situación que se te presente,
sensibilidad para proceder a favor de tu prójimo y valor para poner en alto el
nombre de Cristo.
No dejes de
alimentar cada día tu vida espiritual, para que jamás pierdas la visión por la
que has venido a este mundo.
“No me elegisteis
vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros,
y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto,
y vuestro fruto
permanezca...”
Juan 15:16
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José Alfredo Liévano.
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EN DIOS
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