Tienes un
adversario que continuamente lucha por apartarte del propósito eterno que Dios
diseñó para ti. Necesitas estar consciente de ello. “Sed sobrios, y
velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar” 1 Pedro 5:8. Se trata de
un acoso constante e intenso; sin embargo, esto no debe ocasionarte temor, ya
que tu vida está bajo la cobertura del Dios Altísimo. “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del
Omnipotente... Él te librará del lazo del cazador, de la
peste destructora” Salmo 91:1,3. Dios no
permitirá que nada te suceda si él no lo permite aunque todas las fuerzas
infernales intenten derribarte. “Mayor es el que está en
vosotros, que el que está en el mundo” 1
Juan 4:4.
¿Cómo mantenerte bajo el
abrigo del Altísimo?
Obedeciendo su voluntad. Es imposible
que te vaya bien si vives en contra de lo que Dios ha establecido en su palabra.
Al desobedecer deliberadamente te expones a toda clase de acciones por parte
del maligno. Recuerda que eres vulnerable; tienes propensión a fallar, a desviarte
y a retroceder. Necesitas mantenerte en sobriedad espiritual velando siempre
para no dar lugar a las estrategias del diablo. “No deis lugar al
diablo” Efesios 4:27.
Aferrándote y descansando en sus promesas. Aunque los
diversos ataques destructores y tentaciones seductoras en tu contra se
intensifiquen, tendrás la certeza que él peleará por ti aunque las
circunstancias sean inminentemente amenazadoras. “Jehová peleará
por vosotros; y vosotros estaréis tranquilos” Éxodo 14:14.
¡Descansa en los cuidados de
Dios!
Deja de angustiarte...
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José Alfredo Liévano.
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PENSEMOS
EN DIOS
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