Dios te creó
para él, te preparó anticipadamente y con todo detalle la misión que habrías de
desarrollar sobre la tierra; al respecto el apóstol Pablo escribe: “Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó
de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Dios
te eligió a pesar de no reunir ni un tan solo requisito o capacidad. “Pues mirad,
hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos
poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para
avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a
lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es,
para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia” (1 Corintios 1:26-29). Necesitas
recordar ahora que Dios no desistirá en lo que se propuso hacer en ti y por
medio de ti; no en vano te ha estado “puliendo” a lo largo de toda tu historia
personal por medio de circunstancias incomprensibles.
Dios
no permitirá que te eches a perder.
¡Su
fidelidad hacia ti se mantendrá!
Pero... ¡Pon de tu parte!
Dios te está
poniendo en su plan original a pesar de tus estancamientos y desvíos del pasado;
quiere que seas un “firme faro de luz” en medio de estos tiempos oscuros que se
avecinan para el mundo y para la iglesia; por eso es necesario que permanezcas
despierto (a) y fuerte ante las adversidades que se presenten. No olvides el
consejo que el apóstol Pablo escribe a los tesalonicenses: “Por tanto, no durmamos como los demás, sino
velemos y seamos sobrios... Orad sin cesar... No apaguéis al Espíritu, no
menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de
toda especie de mal” (1 Tesalonicenses
5:6, 17, 19-22).
--------------------------
José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
--------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario