Hay cosas que Dios no te concede, porque sabe
que NO te convienen. Tú piensas que sí, pero en realidad están muy lejos de los propósitos
que tiene para tu vida. Él sí pudiera dártelas, pero no lo hace por tu bien. Aprende a diferenciar tus necesidades
reales con tus “necesidades” ficticias.
En cuanto a
tus necesidades reales, Dios las conoce y sabe cómo hacer para que lleguen en
el momento oportuno. Por ejemplo:
“No se angustien pensando: ¿qué comeremos?, ¿qué
beberemos?, ¿con qué nos vestiremos? Todo esto buscan ansiosamente los paganos.
Pero el Padre del Cielo sabe que
ustedes tienen necesidad de todo aquello”
Mateo 6:31-32.
Las bendiciones de Dios no dejarán de fluir a tu
favor aunque las condiciones externas vayan en tu contra. Desde donde
nada hay, todo lo puede sacar. Sus bendiciones vendrán desde donde menos lo
imaginas y lo cuestionas; pero te será necesario creerle. Necesitas ejercitar tu fe. Necesitas llegar a este punto de
convicción...
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que se ve”
Hebreos 11:1
Precisamente esos eventos que ahora se están
dando y que no tienen nada que ver
contigo, en un futuro redundarán para tu bien. Dios está moviendo “cielo y
tierra” para favorecerte EN sus sabios propósitos. No lo olvides...
“Otra vez abriré camino en el desierto,
y ríos en la soledad”
Isaías 43:19
No dudes de
la capacidad sobrenatural de Dios para suplir necesidades; así como
en ocasiones pasadas lo hizo, así lo continuará haciendo siempre aunque todas
las puertas y ventanas permanezcan selladas...
Me imagino
que ya habrás escuchado esta canción...
“Sendas
Dios hará, donde piensan que no hay;
Él
obra en maneras que no podemos entender
Él
me guiará a mi lado estará,
Amor
y fuerzas me dará ,
y
un camino hará, donde no lo hay”
“Por
caminos en la soledad me guiará,
y
agua en el desierto encontraré;
la
tierra pasará, su palabra eterna es,
él
hará algo nuevo hoy”
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