Arregla tu situación con
aquellas personas que has ofendido o viceversa.
La razón por la que muchas cosas en tu vida no se arreglan, es por haber arruinado
y empeorado las relaciones con tu prójimo. Aunque no lo consideres así, esa es
la razón por la que te “ha ido mal”.
Si quieres que Dios te arregle muchas cosas, necesitas poner de tu parte
arreglando lo que está a tu alcance.
Derriba la cerca entre tú
y tu prójimo. No puedes hacerlo; pero sí puede el
poder sobrenatural de Dios. Tú sabes quienes son las personas con las que se ha
creado ese fuerte y grueso muro divisorio; pueden ser tus padres... tus hijos... tus hermanos... tus amigos... etc. Solo tú sabes con quien necesitas
arreglar estas cosas. Es necesario que
ese corazón de piedra se sensibilice con sentimientos de misericordia y perdón. No puedes
hacerlo, pero Dios sí. Ora
intensamente para que la cerca se derribe. Si no das ese paso, todo te seguirá saliendo
mal como hasta el día de hoy; y si algo peor no te ha sucedido es por la Gracia
y la Misericordia infinita de Dios sobre tu vida.
Nunca es tarde para que
las cosas se arreglen en las diversas áreas de tu vida, aún hay tiempo, aún hay esperanza para encauzar tu vida de acuerdo a
como Dios te lo está demandando. Aún hay
tiempo para restablecer las relaciones perdidas. Todo está en que quieras,
aunque no puedas. Dios hará el resto...
“Pero yo os
digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y
cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene
algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate
primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Ponte de acuerdo
con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino...”
Mateo 5:22-25.
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@JAlfredoLievano
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