Todo le pertenece a
Dios...
“He aquí, de Jehová tu Dios son los
cielos, la tierra y todas las cosas que hay en ella”.
Deuteronomio 10:14.
Todo lo que tienes y necesitas le pertenece a Dios; él es la fuente de
tu provisión durante tu peregrinar en la tierra.
No olvides que tu estancia en el mundo es temporal; por lo tanto tu
objetivo es cultivar tu vida espiritual y sembrar la Palabra de Dios en el
lugar específico donde te desarrollas. Necesitas invertir en los bienes
eternos. “No os
hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan; sino haceos
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan”. Mateo
6:19-20.
Hay cosas que
sinceramente no necesitas, pues muchas de ellas
te hacen perder la noción de la realidad de Dios... la noción de tu identidad espiritual... la noción de tu misión en el mundo... la noción de tu destino eterno. El Señor es
acertado al decir: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que
tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.” Hebreos 13:5.
Cambia tus prioridades,
enfócalas en el Reino de Dios, y él proveerá a
tiempo todas tus necesidades básicas.
Hasta hoy no te ha faltado comida, casa y vestido.
Has tenido lo necesario para vivir...
“Así que,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.” 1
Timoteo 6:8.
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@JAlfredoLievano
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