No sigas los criterios de la mayoría, ni
procedas como “todo el mundo” lo hace; al respecto el apóstol Pablo escribe: “No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:2. Necesitas mantenerte firme en los criterios
de la Palabra de Dios, aunque todos los consideren “pasados de moda”, ridículos
o de “mente cerrada”. Nuestro Señor Jesucristo dice: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y
espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por
ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y
pocos son los que la hallan” Mateo
7:13-14. Desde este día
toma la determinación de no seguir
tolerando y practicando costumbres que Dios no aprueba; hazlo aunque “todos se
te vengan encima”, aunque te den la espalda y murmuren contra ti. A ti lo que te importa es la opinión de Dios
y proceder conforme a sus criterios aunque sean desfasados para la mayoría. Es necesario
que enfrentes la presión social por causa de los criterios de la Palabra de
Dios. Un verdadero cristiano es
aquel que va en contra de la corriente de una sociedad corrupta que ha desechado
y se ha burlado de los principios bíblicos.
No temas en nadar contra la corriente, pues ninguna adversidad prevalecerá
contra ti.
Pronto
los juicios de Dios se derramarán sobre el mundo entero, como consecuencia de
la maldad que en él impera; y es necesario que permanezcas fiel a los
lineamientos bíblicos, cumpliendo con la misión de iluminar cada rincón de la
tierra. Dios te ha traído al mundo para
iluminarlo con su LUZ, no para opacarlo; para eso vives. No será en vano tu fidelidad. Nuestro Señor Jesucristo te dice a ti hoy: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo
entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto;
retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Apocalipsis
3:10-11. No temas ante
lo que venga. No mires a tus oponentes,
ni tampoco te dejes impresionar por su tamaño, número y fuerza; mira a Dios
sobre todos ellos. Confía en su atención
continua y personalizada, pues en el momento oportuno procederá a tu favor. Di ahora con toda confianza y gozo: ”Mas yo
a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá”. Miqueas
7:7. No temerás a las
represalias que todos hagan contra ti, pues tendrás siempre a Dios de tu parte.
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@JAlfredoLievano
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