viernes, 25 de septiembre de 2015

LECCIÓN DE LOS PANES SIN LEVADURA.


Artículos del pastor Carlos A. Amarillo
Iglesia Bautista del Centro, Argentina.

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Esta fiesta estaba íntimamente relacionada con la Pascua. Levítico 23:6-8, la establece como fiesta solemne. La Pascua comenzaba el día 14 del mes primero, pero al día siguiente y por siete días era la fiesta de los panes sin levadura. El primer día era de santa convocación. El séptimo también lo era. En el Nuevo Testamento tenemos varias alusiones a la levadura. Esta sustancia era una sustancia usada para fermentar la harina, aumentando su volumen, levantando la masa que luego iba a ser cocinada. En la Biblia es un símbolo de corrupción (1 Corintios 5:6-8, Gálatas 5:9). Símbolo de la doctrina perniciosa (Mateo 16:5-12, Marcos 8:15), "guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos..."  "no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos". "guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes".

Parábola de la levadura. Mateo 13:33: "...El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado". Hay dos interpretaciones diferentes que han dividido a los estudiosos bíblicos con respecto a la interpretación de esta parábola. Un grupo opina que esta levadura es el evangelio, que con gran fuerza todo lo invade, todo lo transforma y todo lo revoluciona. Por eso es figura que penetra todas las mentes, todas las instituciones, todas las naciones etc. Pero chocamos con un grave obstáculo, que en toda la Biblia la levadura es símbolo de corrupción y pecado, (Ver Mateo 16:6-12, Marcos 8:15, 1 Corintios 5:6-7, Gálatas 5:9). La mujer es identificada como un símbolo siniestro según Zacarías 5:7-8, Apocalipsis 2:20,17:1. Pero, ¿con qué vamos a identificar a las tres medidas de harina? Jesús advierte el sentido siniestro de doctrina en tres clases de opositores a la pureza del evangelio: los fariseos, los saduceos y lo herodianos (seguidores de Herodes).


LOS FARISEOS.

Cuando los expatriados volvieron del cautiverio babilónico, y malentendiendo la naturaleza de la santidad de Dios, cultivaron un separatismo falso, olvidándose de ser "luz a las naciones". Evitaron todo contacto con los paganos, así nació el fariseismo. La división se hizo peor, cuando Palestina fue influida por el Imperio Griego. Algunos judíos (helenistas) la aceptaron; otros (los hasideos, de Hasadim, que significa santos), la resistieron. De los helenistas surgieron los saduceos, de los hasideos los fariseos. Fariseo, es un término arameo que significa "separatistas". En su afán de no contaminarse con nada y seguir estrictamente la ley, se mantenían alejados de todo contacto que, según ellos podía contaminarlos. Se alejaban del "pueblo común", que por ignorar la ley, no la cumplía y por quebrantarla era inmundo. Era un partido de resistencia, su intento era volver a la ley mosaica, para observarla y ajustarse a sus preceptos. Mostraban una piedad formal externa pero una equivocada actitud de corazón. Representaban la levadura de la tradición, que intentaba corromper la pureza de la revelación divina. Eran el símbolo de una religión vacía de contenido, pero llena de reglas y preceptos.

Los fariseos creían en la moralidad exterior, Jesús en la moralidad interior. Marcos 7:20 dice: "Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre". Lo que Jesús atacó, no fue la ley, sino la tradición, que era una tergiversación de la ley. La frase insistentemente usada en el Sermón del Monte, "oísteis que fue dicho a los antiguos (a sus antepasados)" no dice lo que fue escrito, sino lo que fue dicho. Los fariseos habían caído en legalismo. El legalismo, es el uso erróneo de la ley, por medio del cual se la pervierte, cuando se hace camino de salvación o mero código externo, o ambas cosas a la vez. En el Sermón del Monte, hay seis alusiones que comienzan: "oísteis que fue dicho..." ¿por qué? Porque todos los que quieren justificarse por medio de la ley, terminan modificándola y pervirtiéndola para poder escapar de sus demandas y hacer nula su autoridad. Veamos: 1) El no matarás, también incluía lo que ellos no imaginaban, el hecho de enojarse o llamar fatuo a un hermano. 2) El no cometer adulterio, también no tuvieron en cuenta que el hecho de mirar para codiciar la mujer del prójimo también era adulterio. 3) También habían pecado cuando en caso de divorcio, los hombres habían incluido los caprichos arbitrarios y no se limitaban al hecho de haber hallado algo indecente en ella. 4) Hacían algunos tipos de juramentos y otros no. Jesús dijo, que la palabra de un creyente no necesitaba reafirmarse por un juramento. O sea que no debía jurar. 5) El "ojo por ojo y diente por diente", era una guía para la equivalente restitución, pero los fariseos lo habían usado para justificar la venganza. 6) El amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo, era una versión perversa de la tradición que les evitaba "incomodidades", ya que el prójimo se limitaba a ser un minúsculo grupo íntimo. Estos seis ejemplos que anteceden muestran el siguiente panorama: a) Se procuraba de alguna manera ampliar los derechos. Justificaban así muchos divorcios indebidos, que obedecían a meros caprichos egoístas de los hombres. A partir de allí, fue establecida la causa de la infidelidad. El "ojo por ojo.." que nació para restituir lo equivalente a lo perdido, fue la puerta para los deseos de venganza. b) Se procuraba restringir lo "incómodo" de los mandamientos. El prójimo era tan solo otro israelita o sea tu amigo. Jesús se opuso a esto y mandó a que amáramos a los enemigos. c) Permitían una moral o santidad superficial.
"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos" Mateo 5:20.

La levadura farisea llevaba al mero proselitismo, olvidando la evangelización. Mateo 23:15 dice: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros"Proselitismo: es convertir a alguien a nuestras opiniones y cultura, amoldándolo a nuestra modalidad. El motivo que nos impulsa es extender nuestro imperio. Evangelización: es proclamar las buenas nuevas de Dios en Jesucristo, para que los hombres crean y tengan vida, y sean conformados a la imagen de Jesucristo y no a la nuestra. El motivo que nos impulsa, es el deseo del bienestar del hombre y la gloria de Dios.

La levadura farisea los llevó a mal comprender la naturaleza de la santidad que Dios requería de ellos, formulando un separatismo falso. Debían ser luz a las naciones (Isaías 49:6), pero no lo hicieron, ya que evitaron todo contacto con los paganos por miedo a la contaminación.

La levadura farisea los llenó con una actitud de superioridad y escarnio hacia el pueblo necesitado de guía. Mostraron su fastidio ante la popularidad de Jesús (Juan 7:48-49). Crearon una "hermandad cerrada". Eran así ásperos y severos, sin compasión por los ignorantes, los pecadores y los necesitados. "Los fariseos pensaban en sí mismos, de cómo mantener su propia pureza, Jesús pensaba primero en otros, como buscar y salvar al perdido". Es la figura del médico que se arriesga al contagio, pero no rehusa atender al enfermo. Es el pastor que busca a la oveja perdida, o la mujer que ha perdido el dracma, o el padre que perdió a su hijo.



LOS SADUCEOS.

Los saduceos fueron permeables a la influencia helénica o griega. Llegaron a ser un partido opuesto a los fariseos. Sus integrantes eran generalmente ricos, influyentes y con cargos públicos. Ellos negaban: a) la resurrección, ya que creían que alma y cuerpo mueren juntos. b) La existencia de los ángeles y demonios. ¿Por qué? Porque la ley de Moisés no tiene textos sobre estas doctrinas. Fueron influidos por los griegos, y así copiaron las ideas de Aristóteles, descartando todo lo que no es racional. Por eso Jesús los llamó generación de víboras (Mt 3:7), demandaban señal de parte de Jesús (Mateo 16:1-4) El Sanedrín estaba compuesto por los fariseos y los saduceos.

La levadura de los saduceos, representaba la especulación y la filosofía, que tanto daño han hecho a la pureza del evangelio a través de toda la historia. Para nombrar algunos de los exponentes del principio de la historia de la iglesia, tenemos a Cerinto, el precursor de los gnósticos, el cual distingue a Cristo de Jesús. El enseñó que Jesús fue hijo humano de María y José, y que en el momento del bautismo su cuerpo fue tomado por Cristo. En el siglo II, los gnósticos pretenden demostrar que las cosas profundas de la fe cristiana, era para un élite, un grupo de iluminados, una aristocracia espiritual. Para éstos, las exigencias morales y éticas importan muy poco. El cuerpo era algo muy pobre, simple caja o envoltorio y no podía contaminar el alma iluminada. 1 Juan 1:5, nos dice que "Dios es luz", y no hay tinieblas en El. Algunos anunciaban una perfección sin pecado. El pecado era asunto del cuerpo, pero no del espíritu. 1 Juan 2:3 dice: "sabemos que le conocemos". El conocimiento era la pasión de los griegos. Ellos creían en un conocimiento reservado para pocos, para los de intelecto superior y más capacitados.
Antiguamente la sociedad estaba más estrechamente relacionada y con menos oportunidades de vida privada, individual o separación. Baños públicos, gremios de comerciantes, templos paganos, paseos públicos, recintos políticos, etc, estaban infectados de ídolos. El cristianismo representó una amenaza a una estructura social de mucho tiempo. Ante este desafío algunos "iluminados" trataron o buscaron una manera de "relacionarse", pero generaron compromiso indebido con el paganismo, por ejemplo los nicolaítas y otros, que merecieron la censura de los apóstoles (Apocalipsis 2 y 3).
Algunos pensadores contemporáneos también generaron compromisos indebidos. Por ejemplo N. Vincent Peale, quien en sus escritos confunde fe con optimismo. El creía que el hombre puede cambiar su vida cambiando sus actitudes mentales. Iguala al pensamiento positivo con la fe bíblica. El no distingue fe en uno mismo con fe en Dios. A él no le preocupa para nada el objeto de la fe. Recomendaba repetir tres veces cada día: creo, creo, creo (no dice en que). Fe se transforma en confianza en sí mismo, optimismo sin fundamento. El pensamiento positivo es sinónimo de lo que quisiéramos que fuera cierto.
Décadas atrás captó la atención de muchos lo que dio en llamarse la "teología de la liberación", que en realidad fue usar la Biblia como pretexto para justificar los movimientos políticos de liberación, aún apoyando la violencia. En realidad fue una mera especulación basada en filosofía humana.
La teología de la prosperidad para nosotros no es bíblica. Tiene un alto contenido especulativo. Donde el dar se transforma en una "inversión" por todo aquello que voy a recibir. La motivación del dar está contaminada por una filosofía humana y no por el móvil del amor.


LOS HERODIANOS.

Eran un partido político adicto a Herodes. Hubo varios Herodes, porque Herodes es un título, que quiere decir: descendiente de héroes. Como los príncipes herodianos dependían de Roma, sus partidarios se sometían de buena voluntad al poder romano, y sostenían que era justo pagar tributo a los emperadores, cosa que negaban los fariseos. Sin embargo, ambos partidos, deseaban la continuación de la religión judía, y se unieron para oponerse a la obra de Cristo, el verdadero Mesías.
Los herodianos representan la levadura de la mundanalidad. Colosenses 2:8 nos dice: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo y no según Cristo".


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Aquí tenemos en un sólo texto, incluidos: la filosofía especulativa, las tradiciones, y la mundanalidad. Estas son las tres levaduras denunciadas por Cristo cuando dijo que debíamos tener cuidado con la levadura de los fariseos, saduceos y Herodes (Marcos 16:6-12, Marcos 8:15).
Hay un autor que nos narra una forma de cocinar a las ranas. Si las echamos en la olla de agua hirviendo, el calor las hará saltar. Pero si las ponemos en una olla con agua fría, e incrementamos muy lentamente la temperatura sólo se dará cuenta cuando esté cocinada. Nuestros valores cristianos dentro de esta sociedad se han ido cocinando lentamente a través del tiempo. Las ranas no advertían el cambio gradual en la temperatura del agua. Con frecuencia los valores y creencias reflejan la mediocridad de la sociedad moderna, y son valores empobrecidos. ¿Por qué no gritamos con mayor fuerza contra el aborto, la discriminación, la homosexualidad, el divorcio, los travestis, las inmoralidades y la corrupción generalizada?
¿Existe una gran o pequeña diferencia en cómo vive el mundo y como vivo yo? ¿Mi vida ofrece esperanza o desilusión?
Una persona recorrió todo EEUU, para entrevistar a 350 destacados líderes cristianos para realizar una tesis o trabajo. Al finalizar expresó: "He encontrado un gran celo por la obra de Dios, pero muy poca pasión por El". Ver Apocalipsis 2:2-4.

La obediencia es la característica sobresaliente del cristiano bíblico. El Dr Schaeffer, gran estudioso de nuestra cultura contemporánea dijo que la mayoría de las personas han adoptado dos valores empobrecidos: 1) La tranquilidad personal, es decir, déjenme solo, no me molesten con los problemas de otros. Se desea vivir la vida con un mínimo de incomodidad. Estando cerca de los necesitados, somos vulnerables. Que mis patrones de vida no sufran interferencia alguna, sin importar los efectos sobre los hijos y los nietos. 2) Abundancia, la abundante y creciente prosperidad. Una vida hecha de cosas, cosas y más cosas. El éxito se juzga por la abundancia material. Todo esto da lugar a los cristianos tibios. Somos cristianos bíblicos en espíritu, pero tibios en nuestra práctica. ¿Cómo darnos cuenta? Recordemos la tarea de los arqueólogos que exploran las ruinas de civilizaciones olvidadas. Buscan restos o trozos de cerámica, ¿para qué? Si las encuentran, saben que son partes de vasijas rotas y al estudiarlas proyectan como era cuando estaba intacta. Un pedacito de tu vida, no es un hecho aislado, ni desvinculado entre sí. ¿Cómo encaja en el todo? En ocasiones resultamos ser dos personas en una sola. El cristiano visible, el que todos ven, sabemos que hablar y cómo comportarnos. Ante cada grupo somos diferentes. Por ejemplo en la cancha de fútbol, en el trabajo, en la iglesia, en el grupo familiar, etc. A veces desempeñamos papeles bien diferenciados. Esto nos lleva a la crisis de identidad: ¿cuál de todos es mi verdadera persona? El cristiano verdadero es el que Dios conoce.

1 Juan 2:15 dice: "No améis el mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre".

"Los deseos de la carne": son las necesidades físicas como la comida, bebida, sexuales, de descanso, etc, que son legítimas pero que deben ser legítimamente satisfechas. En el caso de Jesús, la tentación de convertir la piedra en pan, lo alejaba de la voluntad de Dios. No estimulemos los deseos físicos más allá de la línea permitida por Dios. Tengamos presente los consejos: "huye de las pasiones juveniles" 2 Tim 2:2. "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros..." Col 3:5. "Despojaos del viejo hombre..." Col 3:9. "y revestido del nuevo" Col 3:10. "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados..." Col 3:12.

"La vanagloria de la vida": es el caso de la invitación dada a Jesús para tirarse de la parte más alta. Es el deseo de lograr grandes cosas, de ser un personaje, alguien importante. Es la ambición. Mostrar y mostrarnos.

"Los deseos de los ojos": representa lisa y llanamente la avaricia y el deseo sin límites de obtener cosas. Tanto tienes, tanto vales, dicen muchos hoy. Como cristianos diríamos "tanto eres, tanto vales". Sin darnos cuenta asumimos actitudes materialistas que nos presionan para tomar malas decisiones. El problema no es la cantidad de cosas, sino nuestra relación con las cosas. Cada cosa en nuestra vida es un instrumento o un ídolo. Los que conformamos esta sociedad, somos empujados a comprar, nos crean necesidades que no son tales. Cada propaganda de auto, perfume u otra cosa, nos dicen que con ellos nos vamos a sentir mejor. 1 Timoteo 6:8, nos dice que "teniendo sustento y abrigo estemos contentos". Los hombres de hoy están consumidos por el deseo de comprar cosas que no necesitan, con dinero que no tienen, para impresionar a personas que no les simpatizan. Las naciones de hoy son evaluadas por su ingreso per cápita, como si lo único que importara fuera el dinero. Luego de la segunda guerra, se paró la maquinaria bélica y hubo que encontrar salida para vender y vender. Un libro que se hizo famoso en la década del 50, denuncia la alianza entre los comerciantes y los estudiosos de la conducta humana, para estimular a los individuos a comprar más. Se logra que nos sintamos avergonzados por un auto viejo, o que vayamos a una fiesta con ropa que hemos usado otras veces. La satisfacción más grande de la vida la constituyen las relaciones personales. En la carrera materialista son dejadas de lado. Ver en Lucas 12:15 en que consiste la vida del hombre.  “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”



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