La
presencia FIEL de Dios en cada circunstancia de tu vida ha sido una realidad
indiscutible. Por
ejemplo: has recibido siempre su Palabra oportuna por medios diversos, has
visto su protección efectiva en momentos de peligro inminente, has visto su
respaldo en cada proyecto emprendido y te ha hecho florecer aun en el peor de
los desiertos. Lo has comprobado, nadie puede decirte lo contrario. Tú lo has
vivido. Por lo tanto, puedes afirmar con seguridad: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido
consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad” (Lamentaciones
3:22-23)
La
presencia FIEL de Dios sigue obrando a tu favor; y así continuará hasta el
final de tu vida sobre la tierra. Lo que se propuso hacer
en ti, lo culminará con éxito. “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros
la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Dios te
garantiza en este día que sus planes eternos no serán boicoteados por nada ni
nadie. Por eso, ten PAZ aunque las tormentas amenacen arrasar contigo; jamás dudes
de su fidelidad, pues si no te falló en el pasado, ni en el presente, menos que lo hará en el futuro.
La
fidelidad de Dios hacia ti, le da respuestas a las interrogantes que ahora te
estuviste haciendo. Tienes ahora razón para respirar y encontrarle
sentido a todo lo que te sucede, aunque ahora no comprendas nada del proceso
que está llevando a cabo contigo. Entiendes ahora que cada segundo de tu tiempo
tiene sentido a pesar de tu corazón confundido y herido por los golpes de la
vida. Puedes expresar ahora con espontaneidad: “Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como
tú? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea” (Salmo 89:8)
No
ha sido casualidad precisamente en este día, que Dios te haya recordado que sus
promesas se mantienen fieles hacia ti. Confía y confiesa que
todo será como te lo prometió, aunque de por medio hayan situaciones adversas,
incómodas e incomprensibles. “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo,
porque yo sé a quién he creído” (2 Timoteo
1:12). No olvides que la vida es como una curva
cuyo final no se puede ver, pero que en su trayecto verás las evidencias de
la fidelidad de un Dios que no miente. “Dios no es hombre,
para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?”. (Números 23:19)
Señor:
Yo descanso hoy en tu fidelidad, se
que contigo jamás conoceré la frustración, aunque ahora no comprenda el por qué
de lo que sucede con mi vida.
-------------------------.
Twitter:
----------------------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario