Se
te han presentado situaciones repentinas e involuntarias que te han golpeado
muy fuerte.
Ahora todo lo ves “cuesta arriba”, ya
que todos tus esfuerzos por buscar soluciones fueron infructuosos y sin sentido.
Oraste y no recibiste una respuesta inmediata; al contrario, da la impresión como
que si Dios te ignoró dejándote a la deriva. Sin embargo, NO es así.
Dios
sabe porque permitió esa situación que desencadenó estas circunstancias por las
que ahora sufres. Aunque no lo creas o lo aceptes, él ya lo tenía previsto en
su “calendario eterno”. Todo es parte de su proceso formativo que va orientado
hacia tu madurez en la fe y hacia sus propósitos. Recuerda lo que el apóstol Pablo
escribió: “Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8:28
Es
ahora cuando has de poner tu mirada EN Dios y no en las circunstancias. Aliméntate de
su Palabra de tal manera que su contenido produzca convicción, confianza, gozo
y paz en medio de esta feroz tormenta. Hiciste todo cuanto estuvo de tu parte,
ahora depende únicamente del poder y la soberanía de Dios en medio de todos estos
problemas que jamás pensaste que vendrían.
No te desanimes.
No reniegues.
No te enojes.
No te impacientes.
No te desesperes.
QUE
SE HAGA LA VOLUNTAD DE DIOS.
El sabrá lo mejor aunque
en este momento solo veas torbellinos fuertes girar a tu alrededor. Él sabe lo
que hace y como lo hace. Dios tiene el control absoluto y total de todo lo que
está pasando en torno a ti. Descansa en su voluntad soberana y en su poder
sobrenatural. Sigue adelante haciendo lo que te ha encomendado bajo esa vida radical
de fe, obediencia y servicio a su causa.
TWITTER.
@JAlfredoLievano
1 comentario:
Amen por esta oportuna palabra...Dios bendice tu vida José Alfredo....Alvaro
Publicar un comentario