Toda tu historia
personal está marcada por la GRACIA y la MISERICORDIA de Dios. Todo lo que ha
hecho y hace por ti es independientemente a tus méritos y capacidades. Es una
evidencia clara que no se puede ocultar.
Acuérdate cuando Dios
te libró de aquellas condiciones angustiantes de las que literalmente ya no
podías salir, incluyendo las que provocaste por tus malas decisiones; acuérdate
como derribó aquellos enormes obstáculos que te habían atrapado sin remedio,
pero en un tan solo momento su PODER y SOBERANÍA sobrenatural intervinieron a
tu favor.
Acuérdate como a lo
largo de todos estos años Dios te ha conducido por esos caminos amenazantes, difíciles
y áridos; pero en los que milagrosamente encontraste “puertas abiertas” con nuevas oportunidades y “manos
extendidas” que te proveen todo lo necesario. Son situaciones que ahora estás
viendo, que no las puedes negar, ni considerarlas como obras de la casualidad.
Entiende ahora que estás
bajo el PODER y la SOBERANÍA de Dios; y así como lo hizo en el pasado, de igual
manera lo continuará haciendo durante toda tu vida. ¡Garantizado que así será!
Dios ha prometido NO
soltarte; así que no temas consagrarte para el propósito por el cual has venido
a la tierra. Dios no te defraudará aunque todo lo veas en “sentido contrario”, él
sabrá que hacer en el momento oportuno, así como lo hizo en el pasado.
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como
estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”
Josué 1:5
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