No
te olvides de todos los favores inmerecidos que Dios ha hecho a tu favor hasta
esta fecha. Son tan palpables, tan evidentes y tan efectivos que no hay espacio
para la duda. La verdad es que Dios te
ha dado lo que NO mereces. Es motivo suficiente para que le agradezcas
desde lo más profundo de tu corazón.
¿Qué te ha dado Dios?
En
primer lugar te ha dado a Jesucristo para que por medio de él obtengas el perdón
de tus pecados, la sanidad interior, la restauración total de todas las áreas de
tu vida y la vida eterna. Son dádivas
que están más allá lo que el hombre puede imaginar o pedir.
Además
tienes el privilegio de escuchar su voz por medio de su Palabra revelada.
Por medio de su Palabra
conoces sus atributos, sus enseñanzas y sus promesas.
Por medio de su Palabra
obtienes el consuelo en tus tristezas.
Por medio de su Palabra
obtienes la fortaleza en las pruebas.
Por medio de su Palabra
obtienes convicciones firmes en las imposibilidades.
Otra
bendición inmerecida que has recibido por parte de Dios ha sido la de
conferirte el privilegio de iluminar el mundo con sus enseñanzas; has recibido
la capacitación sobrenatural del Espíritu Santo, así como los dones, talentos y
recursos para tal propósito.
No hay duda...
¡Más de lo que mereces!
Y
todo por su gracia y misericordia incondicional sobre tu vida.
No
lo dudes...
Los
beneficios y la misericordia de Dios serán siempre como una sombra permanente
sobre tu vida... ¡A pesar de no
merecerlo!
“Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida”
Salmo 23:6
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@JAlfredoLievano
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