Por
medio del sacrificio de Cristo obtuviste la libertad que nadie te pudo ofrecer.
Te liberó de la realidad fabricada por los hombres y te introdujo a una realidad
diferente y opuesta a la que te habías acostumbrado. Saliste de la oscuridad a la luz.
¡Eres
libre! ...
Libre
de la ceguera espiritual.
Libre
de la incredulidad.
Libre
de la necedad.
Libre
de la falsa piedad.
Libre
del egoísmo.
Libre
de la indiferencia.
Libre
del temor.
Libre
de la angustia.
Libre
de la desesperación.
Libre
de ataduras internas.
¿Pero
por qué no experimentas esa libertad?
Es
porque continuamente te agachas y te pones las cadenas Cristo ya te soltó.
No pretendas volver a la cárcel estando en
libertad...
¡Eres libre!
“Estad, pues, firmes en la libertad que Cristo nos hizo libres, y no
estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”.
Gálatas 5:1
NO VUELVAS A RECOGER LAS CADENAS QUE
CRISTO TE ROMPIO.
----------------------------
José
Alfredo Liévano
Twitter. @JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario