miércoles, 2 de octubre de 2013

¿QUE TE IMPIDE LA INCREDULIDAD?

La incredulidad te impide, entre otras cosas:


Creerle a Dios...

Vivir en obediencia a sus lineamientos...

Depender de él en todo momento y lugar...

Vivir para el propósito para el cual te creó...


Las cuatro actitudes anteriores, te aíslan de Dios, te separan de él hasta podrirte por completo.


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No tienes excusas para NO creerle a Dios.
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Recuerda todas las veces que obró a tu favor de manera oportuna, incluso, sin necesidad que oraras por la situación imposible que enfrentabas; y ahora, que vives esta prueba, has dudado y renegado.

Pídele a Dios que traiga a tu memoria todas sus intervenciones, en las cuales te abrió las aguas del “mar rojo” en el momento oportuno.
Pídele a Dios que su Espíritu te ayude a creerle, sobre todo ahora que estas a punto de perderlo todo...

Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años. Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole. Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre. Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.

Deuteronomio 8:2-10



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ADVERTENCIA:

La incredulidad te AISLA y te PUDRE.
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De ti dependerá que le creas o no le creas a Dios.
Aun estás a tiempo...



JOSE ALFREDO LIEVANO
Twitter: @JAlfredoLievano


1 comentario:

alvaro dijo...

Gracias Señor por introducirme a esa buena tierra ... aleluya !!!