Me encuentro en un calabozo sin
ventanas, oscuro, frío y solitario; además, estoy atado fuertemente a dos
cadenas que me mantienen inmovilizado todo el tiempo. Una cadena se llama "Duda"
y la otra "Temor".
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"Duda" y "Temor" son mis dos verdugos que todo
el tiempo me torturan y matan lentamente.
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"Duda" me ha hecho creer lo siguiente:
“No hay nada más que hacer...”
“No hay más recursos a tu
disposición...”
“Todas las fuentes se secaron...”
“Hasta las personas cercanas te
dieron la espalda, incluso tu familia...”
“Vas totalmente a la deriva,
rumbo a la ruina total...”
“Quedarás avergonzado ante los demás...”
"Duda" me dice que es imposible salir
del calabozo, porque sus fuertes eslabones me tienen atado junto a "Temor",
su hermano.
"Duda" y "Temor",
trabajan juntos como buenos aliados para mantenerme prisionero de por vida. "Temor"
ha logrado su objetivo: Hacerme entrar en angustia, tristeza y desesperación
ante las circunstancias imposibles que ya se multiplicaron en extremo.
Mientras "Duda" y "Temor"
me dominen, no saldré jamás del calabozo y mucho menos podré asumir los retos
que la vida me demande.
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He entendido que solamente el PODER sobrenatural y la MISERICORDIA incondicional de Dios, pueden sacarme de esta situación.
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Necesito que Dios me libre de las
cadenas de la duda y el temor para que pueda vivir de acuerdo al propósito
eterno por el que he venido al mundo, pues necesitaré mucha FE y VALOR en medio
del entorno donde me desempeñaré...
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ORACION
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Desde
el calabozo profundo clamo a ti Oh Dios, para que rompas las cadenas de la duda
y el temor que durante años me han mantenido en este terrible “calabozo”; te ruego que al ser libre
de ellas, pueda a partir de hoy dar los pasos de fe y obediencia que tú me
demandas... Solamente así avanzaré hacia
donde tú quieres que vaya; caso contrario, me mantendré atado en el lugar de
siempre...
De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.
Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.
Salmo 130:1-2.
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