Los años ya pasaron sobre ti, y hasta la fecha, sientes que no has producido como Dios lo esperaba...
Hay estancamiento, improductividad y esterilidad en las diversas áreas de tu vida. Nada ni nadie es capaz de favorecerte hasta que llegues al final de tus días sobre esta tierra. Todo será igual año con año; sin embargo, nunca es demasiado tarde para que Dios cumpla en ti sus propósitos perfectos.
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Nunca es tarde para que Dios haga EN ti, y POR MEDIO de ti, lo que se propuso hacer desde toda la eternidad.
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No es por tus méritos o capacidades, sino por la GRACIA INCONDICIONAL de Dios sobre ti, quien mira desde toda la eternidad su obra perfecta consumada en tu persona. Aplica para tu vida lo que el apóstol Pablo escribió en la carta a los filipenses: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó a hacer la buena obra en vosotros, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1:6. Dios está haciendo contigo una obra preciosa, aunque no comprendas sus métodos para llevarla a cabo.
Que la tremenda crisis que ahora te agobia, no se constituya en obstáculo para que dejes de gozarte en lo que Dios ha prometido hacer contigo. El es soberano y poderoso, capaz de transformarlo todo a partir de la imposibilidad.
No pienses que Dios no ha escuchado tus clamores diarios y persistentes. El tiene presentes tus quejas, tu dolor y tu frustración. El mejor que nadie las conoce. Ahora solo cree y espera que él personalmente se encargue de todo. Tu esfuerzo debe radicar en vivir conforme a sus lineamientos establecidos en su Palabra, y servirle en el lugar en donde te ha colocado. Recuerda: “Buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia, y todas las demás cosas os serán añadidas” Mateo 6:33.
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