Dios le ha estado hablando al mundo por medio de sus mensajeros. Ha estado llamando constantemente a un cambio radical de vida, a dejar la maldad y acogerse al perdón que únicamente se obtiene por medio de Jesucristo.
No hay duda que el mundo está colapsando porque ha rechazado a Dios y ha preferido las tinieblas a la luz.
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¿Qué consecuencias se han producido?
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No es necesario decirlo, lo estamos viendo en el caos que hay en nuestras sociedades. Caos moral, económico, político y en todas las esferas de la sociedad.
Los gobiernos del mundo piensan que con sus estrategias humanas y acciones corruptas lograrán solucionar la crisis que envuelve a los pueblos de la tierra, sin embargo mientras no se humillen ante Dios, no lograrán nada.
Sin Dios nada a nada se puede llegar.
Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
Salmo 127:1
Todo esfuerzo humano y apartado de las leyes divinas es inútil y mientras persista la soberbia, el pecado, la maldad, la necedad y la obstinación, las cosas seguirán empeorando. ¡No mejorarán!
En la historia antigua de Israel, eso era precisamente lo que estaba sucediendo, pues sus reyes en su mayoría rechazaron abiertamente la voz de Dios a quienes les hablaba por medio de los profetas de aquel entonces. Tal es el caso del Rey Sedequías, quien ignoró las palabras del profeta Jeremías. Veamos:
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante del profeta Jeremías, que le hablaba de parte de Jehová.
2 Crónicas 36:2
Pero esto no para aquí, pues aun sus líderes religiosos y el pueblo en general habían incurrido en toda clase de prácticas abominables a los ojos de Dios.
También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.
2 Crónicas 36:2
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¿No es esto acaso la misma situación que se ve ahora?
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Al igual que en aquella época, Dios está enviando constantemente su Palabra para que el mundo recapacite y se convierta de sus malos caminos que le ha llevado al caos. Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta de sus malos caminos. Por eso sigue advirtiéndoles sin cesar y por diversos medios a los gobiernos, a los líderes religiosos y a todos en general.
Y Jehová el Dios de sus padres envió constantemente palabra a ellos por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación.
2 Crónicas 36:15
Sin embargo el resultado tanto en aquella época como en la actual es menosprecio y burla a los mensajeros de Dios...
Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.
2 Crónicas 36:16
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¿Qué queda entonces si abiertamente si rechazan las advertencias divinas?
¡UN JUICIO IRREMEDIABLE ANTE EL CUAL YA ESTAMOS A LAS PUERTAS!
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Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
Hebreos 12:25
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