¿Por qué sigues dudando cuando Dios te ha confirmado con claridad sus promesas?
¿Acaso no te bastaron aquellas palabras que te dio desde una vez y para siempre?
Bien sabes, que las evidencias que te ha dado sobran, y que no dan espacio a ninguna duda.
¿Y entonces qué?
Es precisamente ahora cuando debes de creerle a Dios, y no cuando aparentemente tienes el viento a tu favor.
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La verdadera convicción se desarrolla y demuestra cuando ya no existen posibilidades de nada.
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Por eso, en vez de dudar, créele a Dios.
No les creas a todas esas personas que constantemente te están presentando el panorama oscuro y te auguran toda clase de males.
No les creas ni siquiera a “tus ojos”, ni a tu lógica.
La Palabra que Dios ha pronunciado sobre ti, es la única predomina sobre todas las demás.
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Si Dios ya te lo prometió, entonces, ¿Por qué sigues dudando?
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Mientras dudes, nada obtendrás de Dios. Es tiempo de creer en contra de toda posibilidad, ahora mismo.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6
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