martes, 20 de marzo de 2012

¡PAREMOS YA!... NO MAS.

Para progresar en la vida cristiana, es necesario frenar ciertas actitudes negativas a las cuales estamos acostumbrados a darle rienda suelta. Sabemos que no hemos de hacerlo, pero aun así seguimos. Esto, lógicamente nos trae un estancamiento en nuestra vida espiritual, y por consiguiente una vida de derrota en sus diversas áreas. Jamás progresamos, siempre estamos en lo mismo. Girando en el mismo círculo vicioso del cual jamás salimos.

Cada uno de nosotros nos conocemos a la perfección. Sabemos cuáles son las actitudes que constantemente hemos de frenar, pero tal parece que “nos damos permiso” para hacerlo; y cada vez que los hacemos, el estancamiento permanece.

¡PAREMOS YA!...
No más.

Necesitamos vencer con el bien, toda clase de mal.
El apóstol Pablo escribió al respecto:


No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien, el mal.

Romanos 13:21.


Es necesario contrarrestar con actitudes contrarias lo malo que estamos acostumbrados hacer.
Por ejemplo: Si juzgamos a los demás, quedémonos callados; si somos egoístas, seamos dadivosos; si toleramos malos deseos, renunciemos a ellos; y así sucesivamente. Cada quien sabe lo que tiene que hacer. La idea, es hacer lo contrario de lo malo que estamos acostumbrados.

Ya no sigamos contaminándonos con los hábitos pecaminosos. No toleremos ninguno de ellos aunque nos cueste. Como verás se necesita esfuerzo de nuestra parte.
El apóstol Santiago en su carta escribe que:

Hay que guardarse sin mancha del mundo.

Santiago 1:27.


También escribe:

Por lo cual,  desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Santiago 1:21.


Tengamos siempre presente la Palabra de Dios antes de darle rienda suelta a nuestros impulsos pecaminosos. No olvides que su contenido es como la “radiografía” que nos indicará como estamos ante él.
Por eso dice:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intensiones del corazón.

Hebreos 4:12.

Jamás justifiquemos nuestros malos hábitos.
Para Dios no tienen validez alguna.


No hay “licencia” para tolerarlos, ni tampoco para ceder a la presión social. ¡Qué importa lo que digan los demás! Lo que importa es lo que Dios diga de ti.

Si hasta este momento, “nos hemos dado permiso” para tolerar o justificar los hábitos pecaminosos, comencemos con reconocer nuestros errores, pedirle perdón a Dios por ellos y esforzarnos en llevar una vida de santidad.


Mientras toleres los hábitos pecaminosos, seguirás viviendo en derrota.
En ti esta saborear la plenitud de la vida cristiana.


¡PAREMOS YA!... NO MAS.

Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

1 Pedro 1:14-16



--------------------------

CORREO ELECTRONICO:




TWITTER:



.---------------------------.

1 comentario:

luis cuevas dijo...

hermanos, cuidaos de los idolos, osea de nosotros mismos, de nuestras propias pasiones que nos pueden alejar de la sana doctrina que nuestro señor jesucristo nos ha dejado, como dice la palabra de Dios mateo 5:30 "y si tu mano derecha te es de ocasion de caer, cortala, echala de ti, es mejor que se pierda uno de tus miembros, que tu cuerpo echado al infierno." que dios los bendiga grandemente.