lunes, 27 de febrero de 2012

DIOS NO OLVIDA A SUS HIJOS REBELDES.

¿Podrá un cristiano que viva en desobediencia deliberada a la Palabra de Dios, experimentar una plenitud de vida en el Espíritu?
La respuesta es: NO.
Al contrario. Lo que hace es propiciar toda clase de  consecuencias negativas que le llevan a la derrota y a la frustración, consecuencias que le llevan a “tocar fondo” en las diversas áreas de su vida.
Qué triste es llegar a ese estado de calamidad donde definitivamente ya no hay esperanzas para volverse a levantar...

Sin embargo, Dios no se olvida de sus hijos rebeldes. Al contrario, día a día les confronta con su Palabra para que consideren sus caminos y se vuelvan a él. Pero qué triste es,  que a pesar de las llamadas de atención, muchos continúen “revolcándose en el lodo”; saben que tienen que salir de allí pero continúan. Esto, sin lugar a dudas, complica cada vez más las cosas...
Dios no desea que sus hijos continúen hundiéndose por su necedad y dureza de corazón...
¿Para qué llegar a situaciones extremas, cuando desde un principio se pueden evitar?
¿Para qué seguir “cortando” aquello que Dios desea hacer crecer?
Solo basta tomar la determinación de levantarse,  así como lo hizo el hijo pródigo, y volver a la casa del Padre.

No importa la condición de calamidad en la que te encuentres por haber vivido en desobediencia deliberada a la voz de Dios.  El,  en todo tiempo, ha estado con los brazos abiertos para recibirte de nuevo y restaurarte.
Es cierto, no mereces nada en absoluto, pero es precisamente su GRACIA la que te levanta desde donde estas ahora.
No fue en vano que nuestro Señor Jesucristo pagara en la cruz por todas tus maldades sin importar su magnitud.

La decisión es tuya.
Levántate desde donde estas ahora, reconociendo que fuiste tú quien tuvo la culpa, que fuiste tú quien propició todas las consecuencias amargas que ahora vives.

Pídele perdón a Dios por todo lo malo que hiciste, por todos los daños irreversibles que ocasionaste a muchas personas.
Es cierto, hay muchas cosas que ya no se pueden reparar y tiempos que ya no se pueden recuperar, pero Dios puede reorientar y restaurar aquello que un día cortaste; por eso, abandónate hoy bajo su PODER RESTAURADOR, para que el desierto árido vuelva a florecer.

No era necesario que pasaras por todo esto, pero has aprendido una gran lección.
Olvídate de lo que quedo atrás y sigue adelante...

RECIBE HOY, ESTA PALABRA DE PARTE DEL SEÑOR:

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas...   Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Isaías 43:18,25

----------------------------

CORREO ELECTRONICO:

TWITTER:
-----------------------------------.

No hay comentarios: