Esta reflexión va dirigida a aquellas personas que en estos instantes están pasando por momentos de ansiedad extrema.
Si tú no estás pasando por este tipo de crisis, entonces compártela con alguien que la necesite...
Tú conoces a ese “alguien”...
El nivel de ansiedad o de stress en el que te encuentras es tan fuerte, que ya está afectando tu salud física y tus relaciones personales.
Si sigues así, quien sabe hasta dónde llegarás.
Es tan evidente tu condición que hasta las personas que te conocen ya lo notaron.
Es necesario ponerle freno a esto, ¡AHORA!
Es tan fuerte tu crisis, que cualquier salida viable que te presenten en “bandeja de plata” pudiera ser el medio de escape, aunque se oponga a los lineamientos que Dios ha establecido.
Es tal tu grado de desesperación, que no lo pensarías ni dos veces...
Cualquier excusa para proceder sería válida y justificable...
Sin embargo, he aquí el consejo oportuno:
No te dejes llevar por la aparente solución que te presenten, pues te hundirá aun mucho más de lo que estas ahora.
Desde ahora te advierto que son soluciones aparentes.
¡MUCHO CUIDADO!
Fíjate bien:
Las decisiones tomadas sin considerar la aprobación de Dios traen consecuencias irreversibles.
Aun mas, las experiencias que has vivido en épocas pasadas te lo recuerdan; y si Dios te sacó de ellas fue por pura misericordia como una medida de advertencia para que no volvieras a incurrir en lo mismo.
¿Te acuerdas?
Entonces, ¿Para qué vas a repetir la historia?
Mira que a tiempo han llegado estas palabras a ti...
Que no sean las circunstancias externas, ni las personas “expertas” e influyentes las que te impulsen a decidir y proceder...
Piénsalo bien antes...
Confronta tu decisión y acción con los lineamientos que Dios ha dejado establecidos en su Palabra...
Cuidado con dejarte llevar por tu lógica o tus sentimientos...
Consúltalo con Dios primero, para que sepas QUE hacer y COMO proceder...
Es la medida más viable...
Sigue las pautas que Dios ha dejado establecidas...
¿Y qué pasa si la solución de Dios se demora?
No te desesperes...
Dios no llega tarde aunque así lo parezca. Descansa en él, y podrás comprobar cómo en ese lapso de espera, su FIDELIDAD estará presente cada día obrando a tu favor.
Ahora, en estos momentos de ansiedad extrema, recapacita en las palabras que el apóstol Pedro escribió en su carta.
¡Las necesitas mucho!
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:6-7
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1 comentario:
Gracias, ha sido muy oportuno y de gran bendicion en este dificil momento. Ya habia pasado esto antes y busque de el y el me sano, pero con el tiempo acepto que me fui alejando por el consumo del trabajo, y mis errores en el. Ahora siento esto como su resultado. Se que este es un nuevo llamado, quiero tener la fuerza de Dios de esta vez si consagrarme a El.
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