miércoles, 26 de octubre de 2011

ESPONTANEIDAD, PERO NO OBLIGACION.

La evidencia que amas a Dios, se refleja por medio de la disposición total que tienes en obedecerle y servirle hasta las últimas consecuencias...
No importa su magnitud...
No escatimas esfuerzos ni sacrificios con tal de alcanzar dicho propósito...
Todo lo demás pasa a un segundo plano, ya que nada ni nadie es más importante que Dios...
Dios ocupa realmente el primer lugar en tu vida.
Tu aspiración es proyectarle en el medio dónde estás con tus hechos y palabras...

Así también sientes la necesidad de apartarte de todo aquello que estorba tu relación con él...
No te importan las consecuencias que esto te traiga, pues ante todo lo que prevalece es el amor que le tienes...
En verdad que no te importa dejar lo que sea...

Todo lo anterior se trata de una acción espontánea, y NO obligada.

Únicamente tú sabes como estas delante de Dios...
Solo tú sabes si practicas tu cristianismo de una forma genuina o no.

Nadie más lo sabe, únicamente tú...

Pídele al Señor que te haga un hombre o una mujer conforme a su corazón...
Un corazón amoldado a sus pensamientos, sentimientos y deseos que se proyecte de manera espontanea en donde quiera que estés o vayas...

Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
1 Juan 5:3
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