DIOS ROMPERA TU RUTINA.

Humanamente hablando, ya es muy tarde para ti...

Los años y las oportunidades pasaron...

Ahora estás donde ya no hay posibilidades de un cambio positivo y productivo...

Todos los días lo mismo...   lo mismo...   lo mismo...

Todo como un monótono “tic tac” de un viejo reloj que de un momento a otro dejará de funcionar...

Aparte de eso, todo lo tienes en tu contra...

Da la impresión que tus días terminarán en la situación estancada que te encuentras y que nunca saldrás de la rutina fastidiosa e improductiva que tanto te hace sufrir...

¡Qué frustración!

Sin embargo, repentinamente Dios romperá tu rutina diaria para mostrarte lo novedoso que hará en ti y por medio de ti, aunque te consideres incapaz...

Dios romperá tu rutina diaria para abrirte las puertas que estaban cerradas y aquellas que cerraste cuando aquella oportunidad se te presentó.

Dios no permitirá que tu vida se eche a perder, pues aun algo grande tiene reservado para ti...

Todo será como te lo prometió aunque el tiempo haya pasado...

Tu estancia sobre la tierra tiene sentido y en ningún momento ha sido en vano el que hayas transitado por tantas situaciones inexplicables, arduas y confusas...

Aun mas, esa dolorosa disciplina que te vino como resultado de tu incredulidad y desobediencia tendrá influencia positiva sobre tu vida...

¡Vaya, que increíble!

Todo cuanto Dios ha permitido, es parte del proceso de transformación que ha venido operando, aunque no lo hayas sentido de esa manera...

Aunque no lo veas así, Dios te ha estado capacitando para que tu misión sobre la tierra tenga la efectividad que él desea...

Ahora te ves incapaz y sin méritos, pero es precisamente desde ese punto que Dios hará grandes cosas en ti.

Ahora reconoces que dependes totalmente de su ayuda y asistencia sobrenatural...

Cuando Dios rompa tu rutina y veas hacia atrás, entonces comprenderás que tu vida siempre tuvo sentido...

Y cuando tus días sobre la tierra terminen, partirás con la satisfacción que a pesar de tus limitaciones diversas,  hiciste lo que  siempre debiste haber hecho...