No te dejes contagiar por el miedo y la angustia que los demás te transmiten; verás como de repente, en medio del caos circundante, se manifestará sobre tus acontecimientos la intervención poderosa y soberana del Dios Altísimo. Nada sucederá como consecuencia del azar, de ello puedes tener la certeza plena.
Estad quietos, y conoced
que yo soy Dios.
Salmo 46,10
No pierdas la noción de su realidad eterna, viva, poderosa y soberana envolviendo tu vida.
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