Dios conoce todas tus
acciones futuras. Sabe en qué momento le fallarás,
sabe cómo reaccionarás debido a tu extrema vulnerabilidad para caer en
tentación. Se acuerda de tu débil condición; por eso hoy te previene
anticipadamente.
Dios te previene a
tiempo para que cuando el momento llegue, tengas en cuenta sus advertencias. No pienses que por haber alcanzado cierto nivel de madurez
cristiana, tu condición natural ha quedado anulada; al contrario, es cuando las
tentaciones se te presentan con mayor fuerza. “Así que, el que piensa estar firme, mire que
no caiga” 1 Corintios 10:12.
No te confíes en tus fuerzas limitadas, no juegues con fuego pensando que no te
afectará.
No vale la pena echar a
perder todo lo que habías logrado por un vano “espejismo”. No vale la pena que enfrentes otra vez ese largo proceso disciplinario
que tanto dolor te produjo. No vale la pena acceder a esa “puerta ancha” que
tantos desengaños y desilusiones trajo a tu vida. Con una vez es suficiente...
Acuérdate que Dios
disciplina a quien ama, no con el fin destruirle sino de restaurarle y hacerle
entender por el camino de que debe seguir.
“Porque el Señor al
que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la
disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el
padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han
sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte,
tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos.
¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y
aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les
parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su
santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de
gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en
ella han sido ejercitados” Hebreos
12:6-11. La disciplina de Dios es parte del proceso formativo
que él en su GRACIA aplica a sus hijos. (Recomiendo
que lean la reflexión publicada en mi blog con el título: “La disciplina: Recurso de la GRACIA de Dios” El link es http://alfredolievano.blogspot.com/2016/01/la-disciplina-recurso-de-la-gracia-de.html
)
¿Cómo evitar caer en tentación?
¿Cómo evitar sus consecuencias?
¿Cómo evitar la disciplina de Dios?
Orando...
Reflexionando en su Palabra...
Apartarse de todo aquello que nos haga caer...
Se trata de una práctica
diaria y persistente: “Velad y orad, para que no entréis en tentación;
el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” Mateo 26:41.
ORACIÓN.
Padre, en el nombre de Jesús te pido:
No me dejes caer en tentación.
Necesito discernimiento para
detectar el “espejismo” que pretende apartarme de tus caminos.
Necesito valentía para decir “no”
a toda insinuación persistente que a cada momento se presenta.
Necesito fuerza para
perseverar en mi determinación de no apartarme de ti.
¡Yo no puedo!
Es inevitable.
No me fío de mí mismo (a) para nada.
Espero en ti...
Espero en tu intervención sobrenatural y oportuna, porque lo único que
puedo es clamar por tu ayuda.
¡GRACIAS
POR PREVENIRME A TIEMPO!
TWITTER.
@JAlfredoLievano
1 comentario:
Amén
Publicar un comentario