Nuestro Señor Jesucristo fue claro
y específico al decir que todo aquel que se mantuviera FIEL a sus enseñanzas en
medio de un mundo rebelde, sería aborrecido. “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi
nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Marcos
13:13).
A medida que la maldad en todas sus
formas se generalice e institucionalice en el mundo, el cristiano genuino será
un estorbo para sus fines, al grado tal de enfrentar la muerte por causa de la
Palabra de Dios.
En la actualidad, estamos viviendo
como en los días de Noé; tiempos en los que la maldad en todas sus formas y la
violencia sobre la tierra se ha generalizado. “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era
mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de
ellos era de continuo solamente el mal...
y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de
violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda
carne había corrompido su camino sobre la tierra” (Génesis 6:5,11-12). Se trata de una copia exacta de lo
que vivimos en la actualidad y a la vez relacionada con los eventos próximos al
retorno de Cristo, así como también de un juicio sin precedentes sobre la
tierra. Palabras confirmadas por él mismo: “Como fue en los días de Noé, así también será en los días
del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta
el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Asimismo
como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban,
edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y
azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se
manifieste” (Lucas 17:26-30).
Vivimos tiempos en los que se
requiere PERSEVERAR con fidelidad en las enseñanzas de Cristo. Perseverar en la
fe, en la obediencia y en la paciencia. Perseverar en medio de la adversidad. Perseverar
en la oración y la reflexión bíblica. Son tiempos en los que hemos de velar
atentos y no dormirnos. “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se
carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de
repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los
que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando
que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas
21:34-36) El
Señor nos advierte con anticipación para que todas estas situaciones no nos
tomen por sorpresa. “Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes” (Marcos 13:23)
Si amoldamos el contexto actual del
mundo en la profecía bíblica, sin lugar a dudas nos damos cuenta que estamos a
las puertas de un juicio divino sin precedentes en la historia de la humanidad;
pero mientras este evento suceda, es necesario que los cristianos seamos
antorchas encendidas con la VERDAD de Dios mediante un testimonio integral de
vida, aunque eso conlleve el rechazo de todos. “En el mundo tendréis aflicción” dice nuestro
Señor Jesucristo, pero también agrega: “mas confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33)
Es tiempo que nos definamos...
O somos de Cristo o estamos contra
Cristo. Ser de Cristo equivale tenerlo a él como prioridad sobre todos nuestros
intereses personales, es estar dispuestos a dejarlo todo por él, es ponerse
bajo sus órdenes incondicionales para ser sus antorchas encendidas en medio de
un mundo que yace en oscuridad.
No podemos seguir viviendo un
cristianismo de conveniencias egoístas. Se trata de darlo todo o nada...
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