Dios te recuerda ahora, que es por su gracia y misericordia que te concede hoy una nueva oportunidad, te abre puertas que jamás imaginaste y te da los medios para que la lleves a feliz término.
No le tengas miedo a todos aquellos que dicen tener "poder de decisión" sobre ti, pues la voluntad de ellos se mantiene muy por debajo de la voluntad de Dios, ya lo comprobaste; viste que cuando todo apuntaba al fracaso y a la frustración, de manera providencial e inesperada las cosas dieron un giro total.
Qué grande ha sido la gracia y la misericordia de Dios para contigo, tienes motivo para agradecerle y para emprender con mayor esfuerzo el proyecto de vida que te ha señalado.
Por la misericordia de Dios no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. (Lm 3, 22-23)
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