CARTA A UN ALMA "SIN FE"

Las circunstancias que ahora te golpean han tocado tu vulnerabilidad, te has percatado que tu fe no es tan firme como creías; es fácil decir que la tienes cuando todo marcha sobre ruedas, pero tan difícil cuando todo lo miras "cuesta arriba". (Así como hoy...)

Es en medio de "esos conflictos" circundantes cuando con humildad de corazón has de reconocer ante Dios tu falta de fe, pedirle perdón por tu necedad y que te fortalezca con una palabra fresca que te impulse a seguir adelante. 

TU FE NO DEBE DE DEPENDER DE LAS CIRCUNSTANCIAS

No sigas dudando ni temiendo ante el panorama incierto que tienes ante ti, aunque todos tus proyectos se desmoronen. No dudes ni temas, pues tu historia personal está envuelta dentro de la Eternidad Soberana del Dios Altísimo, quien  precisamente ahora la está enderezando con su Poder y misericordia. Todo te lo está preparando con una sincronía perfecta, aunque no veas nada factible en estos momentos, aunque aparentemente todas las puertas se mantengan cerradas y nada merezcas... "El Señor tu Dios cambiará tu suerte compadecido de ti" (Dt 20,3)

"NO TEMAS, PORQUE TU ORACIÓN HA SIDO OÍDA"
Lc 1,13

Tu oración llegó ante el trono de Dios, no lo dudes más. Dale las gracias con la firme certeza que su respuesta llegará más pronto de lo que esperas, que no se atrasará en cumplirte con lo prometido a pesar de no merecerlo.

En su momento verás esos cambios profundos y radicales que has esperado desde hace mucho tiempo.

Sigue dando pasos de fe aunque te cueste darlos, aunque la lógica te diga lo contrario, pues desde donde menos lo esperes verás como su intervención soberana y poderosa de Dios se manifestará sobre tu vida.

Esto te dice el Señor ahora... "Yo conozco mis designios sobre ustedes, designios de prosperidad, no desgracias, pues les daré un porvenir y una esperanza" (Jer 29,14) Él no permitirá que tus días terminen en frustración y derrota. No es tarde para ti...

Que estas palabras dadas por Dios, queden escritas en tu corazón, fortalezcan tu fe y te den el consuelo que necesita tu alma.