NO ES TU FINAL

No te desmotives ante el panorama desolador que tienes por delante, no pienses en tus años perdidos ni en tus acciones estériles, aún no es tarde para que Dios haga de ti un árbol fructífero en "ese" lugar que te ha preparado, y para que desde ahí fructifiques para el propósito por el cual te creó. "Los he puesto que vayan y den fruto, y sus frutos permanezcan" (Jn 15;16)

Después de tantos años "desperdiciados" e intentos fallidos de emerger, cuando ya nada tienes a tu favor, es cuando necesitas creer que Dios hará algo grande EN ti y POR MEDIO de ti. Así lo ha decidido por su infinita Gracia y Misericordia. "El Eterno Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres" (Dt 15,18)

NO ES TU FINAL

Encomiéndale a Dios tu futuro y subordina bajo sus propósitos la bendición que obtendrás; deja que sea él quien se encargue de todo lo que tú eres incapaz de lograr con tus fuerzas, recursos y méritos personales... "Encomienda al Eterno Dios tu camino, confía en él, y él hará" (Salmo 37,5) Todo cuanto necesites llegará de manera providencial en el tiempo y en el lugar oportuno, no habrá detalle que falte.

Nadie te podrá cerrar las puertas que Dios te abra, así te lo reitera ahora... "He puesto delante de ti una puerta abierta, la cual NADIE puede cerrar, porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre" (Ap 3,8)  Dios te abrirá espacios donde no los hay para concederte esa nueva oportunidad de realización personal, él mismo te lo ha confirmado de manera clara y directa en su Palabra. 

NO ES TU FINAL

Así te lo anuncia Dios ahora... "He aquí, yo hago cosa nueva; pronto saldrá a la luz... Otra vez abriré caminos en el desierto..." (Is 43,19)  Necesitas creer que Dios revertirá lo imposible en posible aunque tu lógica no logre procesarlo; necesitas creer en "esperanza contra esperanza" aunque todos los pronósticos sean en estos momentos extremadamente desfavorables y desmotivadores. Necesitas creer aunque sea demasiado tarde y nada sea factible a tu alrededor.

Es ahora, cuando piensas que es tu final y que nada tienes a tu favor, cuando necesitas desarrollar tu fe en el Dios de lo imposible. No lo olvides... "Nada es imposible para Dios" (Lc 1,37)

Cree que será así como Dios te lo ha prometido y reiterado repetidamente, necesitas creerle; no te afanes en hacer lo que está más allá de tus fuerzas. Créele y espera en él... "Estad quietos y conoced que yo soy Dios" (Salmo 46,10)