RÍNDETE ANTE DIOS, Y DESCANSA...

Solo Dios te puede resolver esa situación adversa que enfrentas ahora. Has reconocido  que tus capacidades personales y recursos disponibles resultan insuficientes.

Ya hiciste lo que estuvo a tu alcance, y ahora solo te queda rendirte ante Dios y descansar en su Poder Soberano.

"Estad quietos y conoced que yo soy Dios". (Salmo 46,10)

No se trata de caer en un descanso pasivo, sino en hacer todo lo que esté de tu parte, pero sabiendo que Dios hará lo que está fuera de tu alcance resolver. Su presencia poderosa y soberana se mantiene activa en medio de tus acontecimientos, aunque no te percates de ello.

"El Señor Todopoderoso está con nosotros". (Salmo 46,4)

Dios sabe COMO procederá en medio de esa situación tan difícil e imposible que se te ha presentado, nadie se lo impedirá.

Dios sabe qué métodos empleará para favorecerte, aunque de momento no aceptes sus procesos. 

Fíjate bien, en todo momento gozarás de la atención personalizada de Dios, jamás te abandonará. Será él quien te conduzca por caminos seguros en donde encuentres todo lo necesario para avanzar. Así como en ocasiones pasadas, te abrirá las puertas que necesiten ser abiertas.

"Tendrás tranquilidad en la esperanza, mirarás alrededor y te acostarás tranquilo". (Job 11,18)

RÍNDETE ANTE DIOS, Y DESCANSA...

No te dejes dominar por la duda, el temor, la incertidumbre y la angustia ante el caos que te rodea.

"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza". (Salmo 46, 1-3)

"En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". (Jn 16,33)

Ríndete ante Dios, y descansa en él, aunque todo se desmorone a tu alrededor.

Ríndete ante Dios, y descansa en él, con la plena seguridad que tu vida y acontecimientos están bajo su Poder Soberano.

Ríndete ante Dios, y descansa poniendo todo tu esfuerzo y perseverancia, pero con la firme convicción en que él te ayudará en lo que no puedas resolver.

Ríndete ante Dios, y descansa. Será él quien te envíe los medios que te ayudarán. Todo coincidirá exactamente en el momento y en el lugar oportuno.

"Porque yo, el Eterno Dios, soy tu Dios quien te sostiene de la mano derecha; y te dice no temas, yo te ayudo". (Is 41,13)

"He aquí, Dios es es el que me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida". (Salmo 54,4)

RÍNDETE ANTE DIOS, Y DESCANSA...

Independientemente a toda circunstancia, no te olvides de la prioridad fundamental por la que estás en el mundo.

"Vosotros sois la LUZ del mundo... Así alumbre vuestra LUZ delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". (Mt 5, 14.16)