El Dios Creador y Gobernador del universo, es el mismo que habita permanentemente en nuestro interior; no hay nada que desconozca de cada uno de nosotros, no pasamos desapercibidos ante sus ojos, conoce nuestras flaquezas y el esfuerzo que hacemos por superarlas...
Pidámosle que su Poder transforme nuestra incredulidad en convicciones firmes, nuestro egoísmo en generosidad espontánea, nuestras debilidades en fortalezas firmes y nuestra angustia en paz permanente.
DEJÉMONOS TRANSFORMAR POR DIOS
"Les daré un corazón nuevo, y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré de sus carnes el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne. Y pondré dentro de ustedes mi Espíritu, y haré que anden en mis estatutos, y guarden mis preceptos, y los pongan por obra" (Ez 36,26-27)
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