El poder soberano de Dios se mueve sobre todo acontecimiento provocado por el ser humano, aunque éste haga todos los intentos por prevalecer sobre ellos.
Cree y confía que solo Dios es capaz de revertir todo proceso de destrucción provocado por la mano del hombre.
Cree y confía en que la majestad soberana de Dios vendrá a tu auxilio para revertir en ti lo que nadie es capaz de solucionarte.
Cree y confía en que la majestad soberana de Dios te abrirá puertas hacia nuevos horizontes jamás imaginados, aunque todos intenten cerrártelas.
Deja ya de depender de los pronósticos humanos, pues Dios tiene el poder absoluto de revertirlos mediante acontecimientos inusuales e inesperados.
No limites el poder soberano de Dios y alábale por lo que es capaz de hacer en tu vida y en la de las personas que te rodean.
Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime; su majestad sobre el cielo y la tierra.
Salmo 148,3
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