Retrocede en el tiempo, y recuerda como en medio de situaciones desoladoras y tempestuosas Dios siempre ha intervenido a tu favor; recuerda también esas palabras tan claras, directas e impactantes que llegaron en el momento oportuno; sin duda alguna que tu vida no está marcada por simples coincidencias...
Necesitas ver con claridad la presencia activa de Dios a través de toda tu historia personal; y así como en el pasado, mírala también ahora. No estás a la deriva...
Necesitas ver con claridad la presencia de Dios envolviéndote y conduciéndote hacia ese lugar que te ha preparado desde hace mucho tiempo, aunque tengas que pasar antes por áridos desiertos y furiosas tempestades.
Cuando tienes la plena certeza de que la presencia soberana de Dios te envuelve y te conduce, su PAZ te inunda, porque sabes que nada se sale de su control en lo que a ti respecta.
Cuando tienes la plena certeza que en medio del desierto y de la tempestad la presencia soberana de Dios te envuelve y te conduce, es porque sabes que llegarás al lugar que él determinó para ti.
NO ESTÁS A LA DERIVA
Dios camina contigo
He aquí yo estaré contigo, y te guardaré por donde quiera que vayas.
Génesis 28:15
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