Tu
reacción ante los golpes repentinos y dolorosos de la vida debe ser la de
buscar la presencia de Dios en la oración y la reflexión de su Palabra; pase lo
que pase, debes de mantener vivo el gozo y la paz que procede de su Espíritu.
Necesitas
el gozo y la paz que procede de Dios y no de las circunstancias; gozo y paz al
tener la certeza de que en medio de toda adversidad, Él cumplirá lo que te prometió,
aunque no veas a tu alrededor ninguna condición favorable.
Debes de
tener muy claro, que esa situación que tanto dolor de produce, permanece bajo
la sincronía perfecta de Dios; descansa en sus procesos soberanos, pues al
final todo se cumplirá tal y como lo determinó para tu vida; comprende ahora,
que todo sucederá en el tiempo exacto.
No
cuestiones a Dios ante los momentos oscuros, inciertos, dolorosos e
incomprensibles por los que ahora atraviesas, todo va encaminado hacia el
cumplimiento de los propósitos eternos que tiene para tu vida; a ti lo que te
corresponde es llevar a cabo la misión que te ha encomendado sobre la tierra.
Cree ahora en la palabra que Dios te dice ahora.
“Te
bendeciré con abundancia
y
te multiplicaré grandemente”
Hebreos 6:14
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la
tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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