Lo que Dios
te pide hacer, está más allá de tus fuerzas; lo sabes perfectamente, lo vives en
carne propia... ¡Cuánta limitación experimentas!
Has orado
mucho, pero aparentemente no pasa nada, te confrontas día y noche con tu limitación
permanente. Esto me recuerda la misma situación que experimentó el apóstol Pablo...
“Respecto a lo cual tres veces he rogado
al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien
en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
2 Corintios
12:8-9
AL DESCANSAR EN LA GRACIA DE DIOS.
Comprendes que
todo lo “bueno” que eres, no procede de ti, sino por la influencia transformadora
del Espíritu Santo obrando en las diversas áreas de tu ser.
Descansa en
la Gracia inmerecida de Dios, que sea su Poder transformador que ponga en ti, el
“querer” como el “hacer”... ¡Pídele
que así sea!
“Porque Dios
es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad”
Filipenses
2:13
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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