Tu
prioridad de cada día debe ser la de buscar a Dios en oración y en la reflexión
de su Palabra. No existe otra prioridad mayor, las demás son después.
Es edificante
el ejemplo que nuestro Señor Jesucristo ofrece a pesar de la “apretada agenda” que tuvo durante los
años de su ministerio; dice el evangelio que “Levantándose muy de
mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y ahí oraba” (Marcos 1:35)
POR ESO...
A PESAR DE TU APRETADA AGENDA.
Lo
primero que debes tener en cuenta antes de llevar a cabo todas tus actividades correspondientes,
es la de cultivar tu vida espiritual mediante la oración y la reflexión bíblica;
necesitas alimentar tu alma con la Palabra de Dios y fortalecerla con la acción
revitalizadora del Espíritu Santo.
Los retos
de la vida diaria son en extremo demandantes y las influencias negativas son
continuas, pero que sin la asistencia sobrenatural de Dios terminarías en
confusión, en fatiga, en derrota y en frustración.
“Si Dios no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si
Dios no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os
levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores”
Salmo
127:1-2
Esto ya lo sabes...
¡Pero necesitas recordarlo!
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes sociales para ese propósito...
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