jueves, 15 de febrero de 2018

CARTA PARA CRISTIANOS FRUSTRADOS.


Llevas muchos años intentando ser buen (a) cristiano (a), pero aún no has madurado; compruebas como tu naturaleza pecaminosa una y otra vez te vence a cada instante.

Parece que te has estancado sin experimentar  progresos significativos, y dudas si realmente  eres un (a) hijo (a) de Dios.

Todas estas frustrantes experiencias acumuladas hasta el día de hoy,  te han robado la FE y el GOZO. Dudas de la capacidad de Dios para producir transformaciones en las diversas áreas de tu vida, y por ende de la eficacia de sus promesas. Pasan los años, y te entristece el hecho de que nunca cambias a pesar de desearlo con todo el corazón y de hacer todo lo posible para lograrlo.


Por lo tanto...    
No te sientes satisfecho (a) de tu cristianismo.


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¿QUÉ SUCEDE EN REALIDAD?

Lo que pasa es que aun te encuentras en tu infancia espiritual; aun te encuentras muy lejos de reflejar con espontaneidad las características de un (a) cristiano (a) maduro (a)...     ¡Eres como un niño que necesita crecer!

Te percatas que  a pesar de los años transcurridos, aun te falta muchísimo para alcanzar la altura del varón perfecto.  Siempre te domina la ignorancia, la terquedad, el pecado, el temor y la debilidad.

Dios te ha hecho comprender ahora, que te encuentras en un lento proceso en el que aún no se vislumbran los cambios radicales que deben de caracterizar a un cristiano maduro.

Dios te está haciendo comprender, que no es por tus capacidades humanas como alcanzarás la madurez, sino por la obra directa del Espíritu Santo obrando en tu mente, emociones y voluntad.


¿Qué te corresponde hacer entonces?
He aquí el consejo bíblico.

“Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada (La palabra de Dios), para que por ella crezcáis para salvación”
1 Pedro 2:1-2


Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”
Mateo 26:42

Estás en un proceso en el que debes de reconocer tu ineptitud total para reunir las condiciones de un (a) genuino (a) cristiano (a).  Ten en cuenta también de que nunca llegarás a ser un (a) SANTO (A) PERFECTO (A), el único perfecto es Dios. Mientras habites en tu cuerpo de carne, estarás atado (a) a tus debilidades.

Aunque durante este proceso formativo te sientas a la deriva, ten la certeza de que no estarás solo (a), pues la presencia de tu Padre Celestial no cesará en formarte con paciencia y constancia.

“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
Filipenses 1:6



No estás a la deriva...
Dios ha prometido no desampararte ni dejarte.

“No te desampararé, ni te dejaré”
Heb 13:5






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra
Hechos 13:47.


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